Un control policial en Guadalix sólo localiza a dos españoles con armas blancas

La Guardia Civil desarrolló el pasado fin de semana una operación especial de vigilancia en Guadalix de la Sierra, que terminó con la identificación de dos españoles que llevaban armas blancas. Este dispositivo se produjo una semana después de que el vecino Jaime Benito, de 25 años, fuera agredido, supuestamente, por dos varones magrebíes de 19 y 21 años. El alcalde de esta localidad, Ángel Luis García Yuste, del PP, envió a raíz de este suceso un fax a la Delegación del Gobierno en el que llamaba "hijos de puta" y "lacra" a un grupo de marroquíes pandilleros.

El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, informó ayer, en una jornada de seguridad en la zona norte de Madrid desarrollada en Colmenar Viejo, de que la Guardia Civil había identificado a unos 75 jóvenes el fin de semana en Guadalix. Los controles se centraron en la posesión de armas y de drogas. Uno de los chavales que llevaba el arma blanca estaba en un bar de copas. A ambos se les incoó la correspondiente acta de aprehensión, que terminará con una multa.

"Hay que ser muy cuidadoso con nuestros prejuicios. El papel de todos los alcaldes es contribuir a la objetividad y no generar alarma social entre la ciudadanía", señaló Méndez. "El dato objetivo es que la delincuencia en Guadalix ha bajado más de un 20% respecto al año pasado", añadió.

"Justicia por su mano"

El delegado contestaba así a las acusaciones del alcalde de Colmenar Viejo, José María de Federico (PP), que justificó el fax enviado por su homólogo de Guadalix a la Delegación del Gobierno: "Es necesario que no ocurran cosas como las de Guadalix. A veces el cuerpo te pide cosas que no te puedes reprimir". "Como no se solucionen estos conflictos, va a haber problemas mayores y no me extrañaría que la gente cogiera la justicia por su mano. Conozco muy bien a la gente de la sierra madrileña", añadió De Federico en referencia a los sucesos de Guadalix y la incidencia negativa, que en su opinión, ha tenido la inmigración extranjera en la zona norte de la Comunidad de Madrid.

El que intentó intervenir en la clausura de las jornadas, pero no pudo, fue el alcalde de Guadalix, que acudió a las jornadas. Intentó interrumpir al delegado del Gobierno en su intervención, pero éste no le dejó hablar ya que estaba en el uso de la palabra. Cuando terminó el acto, el regidor se mostró indignado por el trato recibido. Sin embargo, rehusó acercarse a Méndez y rebatirle sus afirmaciones.