"En el mundo hay demanda de los valores europeos"
Javier Solana, el político que encarna la representación exterior europea, es un testigo excepcional de las expectativas y esperanzas que despierta Europa en la arena internacional, a pesar de las contradicciones internas que vive la Unión. En su opinión, Europa sigue siendo "un polo magnético" que atrae a numerosos candidatos, por ser un referente de estabilidad y democracia.
Pregunta. Hoy empieza la cumbre de Barcelona para dar un nuevo impulso al proyecto que empezó hace diez años. Se trataba de promover las relaciones en la región y crear una zona de libre cambio en el horizonte de 2010. ¿Cuál es el objetivo de la cumbre de hoy?
Respuesta. Hay que adaptarse a las circunstancias completamente nuevas del mundo de hoy. Hay que tener en cuenta la voluntad de adaptación de estos países, tras los problemas de terrorismo y la inmigración, a unos modelos de desarrollo político y de seguridad distintos.
"Es fundamental que entre en vigor la Constitución Europea, al menos en la parte que cambia los aspectos institucionales"
"Buenos resultados de la conferencia serían un calendario que nos lleve a una zona de libre cambio, ayudas al buen gobierno y cooperación en seguridad"
P. ¿Cómo se construyen estos nuevos modelos?
R. Con los valores del buen gobierno, la transparencia y la reducción de la corrupción. Y para eso creamos una línea financiera especial, no para imponer nada, porque, frente a otros ejemplos, nuestro modelo es de no imponer nada a nadie: son ellos los propietarios de su proceso de desarrollo político y económico. Lo que nosotros decimos es que a aquellos que vayan más deprisa en esa dirección les vamos a ayudar más.
P. ¿Cuál sería un resultado óptimo de Barcelona 2005?
R. Desde el punto de vista económico, un calendario que nos lleve a una zona de libre cambio. Desde el político, ayudas al buen gobierno y a la lucha contra la corrupción, y en tercer lugar, una cooperación en temas de seguridad. La lucha contra el terrorismo es una batalla que es común, y cuanto más cooperemos, mejor.
P. ¿Se está perdiendo el espíritu europeo?, ¿el de la cohesión que persigue reducir desigualdades?
R. No, no. Europa no está perdiendo ninguno de sus atributos fundamentales. Se ha hecho un esfuerzo muy serio de ampliación que para muchos seguramente es el momento de mayor realización del sueño europeo. La ampliación de 10 Estados nuevos, equivalentes a un gran país de 100 millones de habitantes pero con una renta como la de Holanda, que tiene menos de 20 millones, ha supuesto un esfuerzo de estabilización extraordinario. Esto se ha hecho mediante el cambio de sociedades, de regímenes, sin que haya habido un solo acto de violencia.
P. ¿Los europeos han asimilado estos cambios?
R. Todo eso ha supuesto también alguna dificultad encubierta de la que no estábamos siendo conscientes los dirigentes. La sociedad europea ha asumido con mayor dificultad que sus dirigentes políticos todo este proceso, que se ha mezclado además con el fenómeno de la globalización, y en un momento en que la economía europea ha tenido menor brillantez.
P. Y en medio de todo esto, la crisis de la Constitución Europea.
R. La Constitución es el gran activo de la UE, aunque al final no ha sido aceptada por una parte de ciudadanos. Unos ciudadanos que nos han dicho: "Ojo, no estamos tan contentos de cómo va esto, no comprendemos bien lo que ustedes están haciendo, no nos explican bien lo que ustedes dicen que traerá unas magníficas consecuencias para los que vivimos en Europa". Esto se junta además con el debate de las Perspectivas Financieras (el marco de los Presupuestos 2007-2013) que vencían en el mismo momento y que siempre suele ser un debate duro y amargo.
P. La presidencia británica aún no ha presentado su propuesta de Perspectivas Financieras. Parece como si pusiera un precio ideológico. ¿El acuerdo del presupuesto exige un cambio del modelo social?
R. No es cuestión de un cambio de modelo social. El modelo social europeo, que es básicamente un modelo socialdemócrata moderno, se tiene que mantener y se mantendrá. Lo que sí es verdad es que en la estructura del gasto tenemos que hacer un esfuerzo para que la competitividad y la productividad aumenten, y para eso hay que hacer un esfuerzo en lo que mejor tiene Europa, que es la materia gris. Seguramente tenemos que hacer una pequeña reestructuración del Presupuesto para que todas esas cosas que dan valor añadido a la productividad, a la competitividad, se pongan más en valor a expensas de otras. Éste es el discurso que quizá hoy los británicos hacen con más contundencia.
P. Todo esto coincide además con la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio.
R. Sí, hay que recordar que Doha se llama "ronda de desarrollo", y que tiene como objetivo ayudar especialmente a los países más desfavorecidos. Quisiera decir de una manera muy fuerte y muy clara que Europa es la más generosa con los países menos favorecidos de la Tierra. Los países menos desarrollados, los africanos, exportan sus productos en la UE sin ningún arancel. Ni EE UU, ni China, ni Rusia, ni nadie tienen una relación con estos países como la que tenemos nosotros. Europa importa de los países más pobres más del doble que todos los demás países del G-7 juntos.
P. ¿Los países emergentes entienden a Europa?
R. No hay un solo país que visite, ya sea China, India, Brasil, Suráfrica, donde sea, que no te pidan por favor que la voz de Europa siga siendo una voz importante en el mundo. En el mundo hay demanda de Europa: hay demanda de voz europea, de valores europeos, de ese concepto multilateral que tiene Europa.
P. En Europa hay muchas dudas y reticencias, y fuera nos ven mejor. ¿Qué les atrae de Europa?
R. Europa es un polo magnético de estabilidad, de paz, de prosperidad. Es que los europeos no nos damos cuenta de lo que tenemos, deberíamos mirar más lo que está pasando por el mundo. Es un lugar donde hay tolerancia, un modelo social donde nadie se queda en la calle, que no es el modelo anglosajón.
P. ¿Y cómo puede avanzar ahora Europa?
R. Con nuestros ciudadanos tenemos que legitimarnos a través de la acción, no tanto por las palabras, por los textos, ni por los discursos, sino por la acción. Tienen que ver que Europa funciona y que les sirve en su vida cotidiana, que les sirve a los jóvenes por los programas Erasmus, que les sirve a los investigadores porque hay más capacidad científica, que sirve para la generación de empleo.
P. Entonces ¿no considera tan urgente plantear el tema de la Constitución?
R. Yo creo que la Constitución hay que mantenerla para ser más eficaces. La Constitución, al menos la parte que cambia los aspectos institucionales, es fundamental que entre vigor, porque, sin esos cambios, los mecanismos de toma de decisiones son más difíciles.
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