TESTMADRID creará un espacio artístico para el Antiguo Matadero de Arganzuela

Cuatro artistas realizarán sus intervenciones en el entorno del Matadero analizando las características técnicas, materiales, sociales y simbólicas del recinto.

No es una exposición al uso. TESTMADRID, iniciativa organizada por Bellas Artes de la Universidad Europea de Madrid (UEM) con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, a través de su Dirección General de Proyectos Culturales y del Museo Municipal de Arte Contemporáneo, ha propuesto a cuatro artistas investigar mediante acciones y prácticas artísticas de carácter efímero las características materiales, sociales y simbólicas del Antiguo Matadero. De esta manera, estos cuatro creadores testarán un espacio llamado a convertirse en un gran centro cultural dedicado a la experimentación y creación contemporánea. Los resultados de este proyecto se presentarán al público con una muestra en la Nave de Terneras.

Helena Cabello, profesora de Bellas Artes de la UEM y comisaria de la muestra, ha involucrado en el proyecto a Lara Almárcegui, Ángel Borrego, el colectivo 'El Perro' y Francisco Ruiz de Infante. Sus propuestas se detienen en un espacio tan improbable como un descampado, abordan el temor que infunde el término matadero y la cartografía del terreno, y estudian la interacción cultural con el colectivo ecuatoriano, muy presente en la zona de Legazpi.

Cabello, además de convocar a estos cuatro autores, concibe TESTMADRID como un punto de encuentro entre la práctica profesional del Arte y los espacios de formación para futuros artistas. Por ello, estudiantes de Bellas Artes de UEM participarán durante todo el proceso y en las diferentes fases del mismo.

CUATRO INTERVENCIONES

Lara Almárcegui (Zaragoza, 1972) propone Un Descampado. Matadero de Arganzuela, Madrid 2005-2006. Su intervención se centra en una de las zonas de vegetación del recinto. Pretende conservar este descampado en su estado actual, sin ser rediseñado ni renovado, el mayor tiempo posible.

La acción incluye un proceso de documentación que recogerá la historia del espacio, además de su fauna y flora. Con esta propuesta, Almárcegui concibe el descampado como un lugar en proceso, lleno de posibilidades. La artista busca que los visitantes reflexionen sobre su relación con este paisaje urbano tan común.

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