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El Gobierno tacha de filibustera a Aguirre por plantarle en un acto

La Comunidad decidió a última hora no acudir a la firma de un convenio

Esperanza Aguirre, presidenta regional, es una "sectaria" que practica el "filibusterismo político" y que "cada vez que puede monta un circo" para enfrentarse con el Ejecutivo central. Son palabras del delegado del Gobierno, Constantino Méndez, que ayer compareció junto al secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, para calificar de "falta de respecto" y "boicoteo a los ciudadanos" la decisión de Aguirre de no acudir a la firma del convenio para la construcción de una estación de cercanías en Alonso Martínez. La Comunidad replica que quiere firmar, pero no a costa de dar "un cheque en blanco" al Ministerio de Fomento.

El proyecto de construcción de una estación de cercanías en Alonso Martínez -para servir de parada intermedia en la nueva línea Atocha-Chamartín que tendrá su principal estación en Sol- lleva tres años bloqueado, a la espera de que las tres administraciones se pongan de acuerdo en cómo pagar la obra. Tras muchos meses de desencuentros, finalmente el pasado mayo la Comunidad se sumó al acuerdo previo del Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento para repartir los costes: el 50% lo pagará Fomento; el 35%, el Gobierno regional, y el 15%, el municipal.

Ayer estaba prevista la firma de un primer protocolo en el que las tres instituciones iban a sellar el pacto, dejando para un segundo convenio la cuantificación económica de la obra. Pero, a última hora de la tarde, la consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal, anunció que no acudiría. Ella afirma que llamó, además de a los periodistas, al secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, para decírselo en persona. Él asegura que se enteró por la prensa. El Ayuntamiento, al conocer la decisión de la Comunidad, optó por no acudir tampoco. El plante dio lugar ayer a una bronca política a tres bandas.

De Cospedal argumenta que el lunes pasado advirtió por carta a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, de que el texto del protocolo no recogía una exigencia irrenunciable de la Comunidad: que figuren no sólo los porcentajes de coste que sufragará cada Administración, sino también el presupuesto aproximado de la obra.

Pidió que ese coste fuese incluido y esperó hasta que el martes por la tarde el secretario de Estado, Víctor Morlán, le comunicó que no era posible introducir esa modificación mientras no existiera un proyecto de obra. "Entonces, sobre las 20.45, la consejera comunicó a Morlán que ella no podía firmar en esas condiciones", explica un portavoz de la consejería. Este portavoz admite que, aunque el Ejecutivo regional recibió el borrador del protocolo hace seis meses, no fue hasta el pasado lunes cuando expresó esa exigencia irrenunciable a Fomento. El vicepresidente primero de Aguirre, Ignacio González, afirma: "Lo que no podemos hacer es dar un cheque en blanco a alguien que parece que lo único que quiere es hacerse una foto, sin concretar el proyecto".

Esa misma noche del martes, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, decidió que si la Comunidad no acudía a la firma, el Ayuntamiento tampoco debía hacerlo, aunque él "sí está de acuerdo con el convenio", según subrayó ayer la concejal Pilar Martínez. Una decisión que le valió las críticas de PSOE e IU. "No se ha atrevido a enfrentarse a Aguirre", afirmó el edil socialista Félix Arias. "Esto evidencia que Gallardón, de verso libre dentro del PP no tiene nada", agregó Inés Sabanés, de IU.

"Sin novio no hay boda"

"Eso es absurdo. Nosotros no hemos ido a la firma sencillamente porque, si no va quien va a sufragar el 35% de la obra, es inútil que vaya quien asume el 15%. Es un convenio a tres partes, si sólo van dos, se queda en papel mojado. En otras palabras, si a la boda no va el novio, no te puedes casar", contesta la edil de Urbanismo. Martínez dice que ella también se enteró a última hora del martes de que De Cospedal no iba a acudir al acto, y que ayer por la mañana llamó a Morlán para comunicarle que ella tampoco iría. Después, Ruiz-Gallardón se lo explicó a la ministra de Fomento personalmente. "Nosotros estamos de acuerdo con el convenio, pero si la Comunidad quiere que aparezca el presupuesto, pues no nos parece mal", señaló la concejal, aunque admitió que para eso habrá que esperar a tener un proyecto de obra.

Mientras, el secretario de Estado de Infraestructuras asegura que él sigue esperando una explicación. "Es una falta de respeto, un boicoteo a los ciudadanos de Madrid. El PP ha puesto por encima sus propios intereses. Su estrategia de confrontación la ha trasladado a un tema que afecta directamente a la calidad de vida, a la movilidad en Madrid. Y yo estoy esperando aún que la Comunidad me comunique que no viene a firmar. Me he enterado por la prensa", protestó.

Constantino Méndez, delegado del Gobierno en Madrid y presente junto a Morlán en la rueda de prensa, agregó: [La actitud de Aguirre] "Es una típica actitud de filibusterismo político: crear problemas artificiales, estar al acecho de cualquier situación en la que se pueda crear una bronca o un disparate político como éste, en el que por una actitud sectaria, partidista, se ponen en riesgo los intereses de los madrileños, que son rehenes de un Gobierno regional que cada vez que puede monta un circo".

La estación fantasma

Hace ya seis meses que el Ministerio de Fomento adjudicó a una empresa la redacción del proyecto de construcción de la estación de Alonso Martínez. Ayer, un portavoz del ministerio no supo señalar qué ha sido de ese proyecto. Pero, en cualquier caso, Fomento ya advirtió de que, mientras las tres administraciones no firmasen el convenio para repartir el coste, la obra no podría arrancar. Y ese convenio ha vuelto a quedar aparcado tras el plante de la Comunidad.

Los desencuentros no son de ahora. Sólo Fomento y el Ayuntamiento han estado siempre de acuerdo en cofinanciar la obra. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, que se encontró al llegar al poder, en noviembre de 2003, con un pacto verbal de las otras dos administraciones que le obligaba a ella a costear un 35% de la obra, condicionó durante meses su incorporación a que Fomento pagase otros proyectos, como la ampliación del metro al nuevo Barajas.

Finalmente, el pasado 20 de mayo, tras entrevistarse con la ministra Magdalena Álvarez, Aguirre asumió su parte del convenio. Pero ahora se niega a firmarlo, y el proyecto de Alonso Martínez vuelve a estar embarrancado.

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