Todo en un plano

Una pareja de novios y un cura llevan recorriendo a buen ritmo el centro de Valencia desde hace semanas. Van a la suya, pero llaman la atención. A veces se paran y el novio parece golpear a la joven. Algunos transeúntes creen que va en serio. Cuando se percatan de la presencia de un tercer hombre que lleva una cámara pegada al cuerpo, abortan sus gestos de intervenir. La ficción se ha evidenciado.

Eran ensayos. Aunque el equipo artístico de la peculiar película francesa MP-3 habla de aprender a reaccionar ante cualquier situación que se pueda presentar en el día de rodaje. Es un reto: rodar un filme en un único plano secuencia. Se dice que Hitchcock lo hizo en La soga, si bien hay disimulados "cuatro o cinco cortes", apunta la novel actriz valenciana Aina Reynés.

En MP-3 no. "Todo tiene que salir perfecto porque vamos a rodar todo en una secuencia, sin cortes. Vamos a grabar la vida misma en hora y media", indica el actor que encarna al cura, Yor Pfeiffer, con larga experiencia en el teatro y el cine galo. Si una persona se entromete en el rodaje se incorporará a la película. Los actores deben lidiar con los imponderables para continuar con la trama del guión. Hoy puede ser el gran día, si "sale el sol", apostilla Pfeiffer. Eligieron Valencia por el tiempo y porque el recorrido que une las plazas de la Virgen, del Patriarca o de Lope de Vega se ajusta a sus necesidades.

Es necesario un gran cámara. Provisto de la nueva cámara digital Z1E, con una sorprendente resolución, adopta el nombre de secuencialista, según el concepto de la productora Live Attitude. Todos ejercen un papel de director, incluso la sombra que abre camino al cámara. Si ve algo de interés en la calle, avisa y se introduce.

Más que improvisación es creación colectiva, señalan los actores. Pero el guión es clave. Su autor es Miguel Ángel, seudónimo bajo el que se oculta un profesional con dilatada experiencia, agregan. Es la historia de un hombre que descubre que su mujer le engaña y busca los escenarios de la infidelidad con un propósito vengativo que desemboca en un final inesperado. ¿Y el cura? El cura escucha la historia a través de un MP-3 antes de actuar. Pero para saber más, hay que esperar que se estrene la película, concluyen los actores.