El acta arbitral refleja una patada de Serra Ferrer al delegado sevillista
Tras un partido feo, feas actitudes. El derby Sevilla-Betis del sábado dejó mal juego y acentuó el pique entre dos equipos que difícilmente se soportan. Nada más concluir el partido, que acabó con una ajustada victoria de los sevillistas (1-0 de penalti), el entrenador bético, Llorenç Serra Ferrer, dio una patada al delegado de campo del Sevilla, Cristóbal Soria, un hecho que quedó recogido en al acta del árbitro del encuentro, González Vázquez. "Al finalizar el encuentro el entrenador del Real Betis propinó una patada al delegado de campo a la altura del tobillo, haciéndole caer. El entrenador fue retirado por las Fuerzas de Seguridad del Estado para evitar males mayores", reza el acta arbitral.
Serra Ferrer, lejos de mostrar arrepentimiento, justificó pocos minutos después lo ocurrido al asegurar que Cristóbal Soria estuvo insultándole a lo largo del partido. "Él debe reflexionar sobre lo que me ha dicho y, si es capaz de reflexionar, no lo volverá a hacer", afirmó el técnico balear.
Lo cierto es que éste fue el colofón a un partido accidentado, en el que los hinchas más radicales del Sevilla, los biris, situados en el gol norte del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, dieron muestras de que todavía se incumple la orden que prohíbe llevar bengalas a los campos de fútbol. El acta arbitral refleja que los aficionados más radicales del equipo local encendieron tres bengalas antes de que comenzara el encuentro y otras dos cuando el italiano Maresca marcó el penalti que a la postre dio la victoria al equipo sevillista.
"Sois unos idiotas"
El nerviosismo final del entrenador bético había jugado una mala pasada previamente a su preparador físico, Josep Alomar, quien fue expulsado en el primer tiempo por dirigirse al cuarto árbitro y decirle: "Sois unos idiotas".
Los béticos acabaron el encuentro convencidos de que el árbitro no había puesto coto a la dureza de los sevillistas, pese a que en el minuto 25 expulsó al defensa Javi Navarro por una patada maliciosa al bullicioso Dani, y a Maresca, en el tramo final del partido, por doble amonestación.
De hecho, Dani, que tras la patada de Navarro recibió otra durísima de Alves, sacó ayer el dedo acusador y afirmó que los jugadores sevillistas fueron a quitarle del partido "con maldad". "Fueron a darme", afirmó el jugador bético, quien estará, probablemente, un mes de baja.
Dani señaló, en concreto, a Javi Navarro, a Alves y al entrenador del Sevilla, Juande Ramos, quien fue su técnico cuando éste estuvo en el Betis. De Javi Navarro, dijo que no le extraña nada "porque ya estuvo a punto de matar a un jugador", en referencia al codazo en la garganta que el sevillista dio al mallorquinista Arango. De Alves dijo que fue a partirle la pierna. Y con Ramos fue menos severo: "Le tengo cariño a Juande porque gracias a él estoy aquí, pero me gustaría que se mantuviera como era antes, no como ayer ".
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