Pla acusa a Camps de querer "matar al mensajero" y le insta a aclarar los casos de corrupción en el PP

El líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, afirmó ayer que el presidente de la Generalitat está más preocupado por "matar al mensajero" que por "tratar de saber si se hizo un uso adecuado de los fondos públicos" gestionados por el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex). Pla se refería a la entrevista que el consejero de Justicia, Miguel Peralta, mantuvo el jueves con el fiscal jefe, Ricard Cabedo, en la que le trasladó "la inquietud del presidente de que puedan quedar impunes injurias o calumnias a miembros" del Consell. Peralta puso como ejemplo de posible calumniador al ex delegado del Ivex en Miami, José Marquina, quien dijo haber recibido coacciones de cargos de la Generalitat para emitir facturas falsas que habrían servido para encubrir pagos irregulares al cantante Julio Iglesias.

En la misma línea se expresó el portavoz adjunto del PSPV en Las Cortes, Antonio Such, que acusó al PP de "escapismo político" y le reprochó que en lugar de "poner coto" a los casos de corrupción en su partido se dedique "a pedir amparo a la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia".

La también portavoz adjunta del grupo socialista, Isabel Escudero, anunció que pedirá la comparecencia en Las Cortes del consejero de Educación, Cultura y Deporte, Alejandro Font de Mora, para que explique la "posible incompatibilidad" del ex alcalde de Castellón José Luis Gimeno, hoy director de la Ciudad de las Lenguas, después de saberse que el Ayuntamiento de la ciudad y la Generalitat han adjudicado obras a una mercantil participada por Gimeno. El grupo socialista adelantó que pedirá igualmente la comparecencia del vicepresidente y consejero de Economía Gerardo Camps, por ser el responsable del proyecto, informa Efe.

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Ignacio Subías, pidió la dimisión de Gimeno por haber acabado asociado con "quien se ha beneficiado de una polémica recalificación", en referencia a la zona de El Pinar del Grau.

Pla, antes de reunirse con los cinco rectores de las universidades públicas, se detuvo a comentar las declaraciones del arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, en las que consideraba que la reforma educativa del Gobierno respondía al revanchismo antirreligioso de minorías nacionalistas separatistas y la comparaba con los gestos con los de la dictadura. Pla calificó de "lamentables" las afirmaciones y lamentó que García-Gasco esté más ocupado en "trasladar la opinión del PP" que en difundir la doctrina cristiana.