El remolino fatal
Estudio de A. Troitzky.
Deutsche Schachzeitung, 1911.
El proceso de razonamiento para resolver esta posición es muy placentero, porque implica grandes sorpresas. A primera vista, las blancas no sólo no ganan, sino que su derrota parece asegurada e inmediata: las negras tienen dos peones pasados y ligados en el flanco de rey, otro en el de dama, el rey muy activo y un alfil muy superior al caballo. Sin embargo, pronto se descubre el truco 1 c6, d - c6 2 d7, que da un vuelco a la evaluación: la victoria de las blancas parece ahora inminente y brutal. Pero es justo ahí cuando la creatividad de Troitzky empieza a alumbrar ideas de gran impacto. Veamos: 1 c6!, d - c6 2 d7, Ab2! La coronación del peón blanco sería castigada con el jaque doble en f6, y la amenaza de que el alfil se instale en esa casilla da otro vuelco a la evaluación: ahora parece que el enunciado del estudio es un error del periódico o de este columnista. ¿Cómo demonios van a ganar las blancas si la superioridad negra es abrumadora? Llega el momento de sacar el conejo de la chistera, aunque en este caso es un caballo de apariencia débil, pero sumamente dañino para las negras: 3 Cd2+, Rc5. ¡No hay otra! Si el rey se asoma a la columna d, el peón corona con jaque, y si va a c3 evita que su alfil vaya a f6: 4 Cb3+, Rc4 ¡Otra vez única! El rey negro, atrapado en un remolino, tampoco puede ir a b6 porque la coronación sería con jaque: 5 Ca5+, Rc5 6 Cb7+, Rc4 7 Cd6+, Rc5 (contra 7... Rd5, 7... Rd3 o 7... Rb3, la respuesta blanca sería la misma que sigue) 8 Ce8!, controlando la casilla f6, lo que garantiza la coronación y la victoria.
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Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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