Imaz asegura que el PNV nunca aceptará un "proceso político amparado por ETA"

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, desde que sustituyó a Xabier Arzalluz en la dirección del partido, en enero de 2004, ha puesto distancia con el proceso de Lizarra, que en todo momento estuvo tutelado por ETA y en el que los nacionalistas mezclaron paz con normalización política. Ayer, el máximo dirigente peneuvista dijo que su formación no aceptará "nunca un proceso político amparado por ETA o por cualquier otro".

El destinatario del mensaje era el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, que lleva advirtiendo en los últimos meses del "riesgo" de que se repitan los mismos errores que hace 30 años y que el PNV opte por buscar otro pacto estatutario con los socialistas en vez de poner las bases para la solución de la violencia. Imaz acusó a Otegi en la emisora pública Euskadi Irratia de querer "condicionar" los proyectos políticos del resto.

Mientras, el PNV mantiene su ronda de contactos con el resto de partidos, unos discretos y otros públicos, anunciada hace un par de semanas para desbrozar la metodología, el temario y los puntos de discusión básicos de la mesa de partidos que pretende liderar el lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Imaz visitó ayer la sede de Ezker Batua para entrevistarse con el coordinador general de EB, Javier Madrazo. Ambos pidieron a ETA el fin de "todas las expresiones de violencia" para que la mesa de partidos pueda echar a andar. Y Madrazo añadió una petición, compartida por el PNV, al Gobierno: el fin de la dispersión de los presos etarras. Imaz se negó a vender "falsas esperanzas" a la sociedad sobre el proceso de paz, aunque sí valoró que cada mes que pasa sin muertos es "un paso" más hacia la paz.