José López-Muñiz, impulsor de las grandes obras de la Asturias moderna
Provincial de Oviedo y ex subsecretario de Hacienda, José López-Muñiz González-Madroño, que presidió la desaparecida Diputación Provincial de Oviedo durante 13 años (1957-1970), fue miembro de Consejo del Reino franquista (1966-1970) y desempeñó la Subsecretaría del Ministerio de Hacienda entre los años 1973 y 1974, falleció en Madrid el pasado miércoles día 16 a los 89 años.
López-Muñiz era en la actualidad miembro del patronato de la Fundación Príncipe de Asturias, y desde que abandonó la política, al final de la dictadura, se había dedicado a la actividad empresarial. Entre otros cargos, fue consejero de la entonces compañía pública Tabacalera (actual Altadis) entre 1978-1979, y estuvo vinculado a la industria cementera.
Nacido en Madrid el 10 de julio de 1916 en el seno de una familia vallisoletana, se licenció en Derecho y en 1942 ingresó en el Cuerpo de Abogados del Estado. Aunque con algún ancestro asturiano en su familia, fue su matrimonio en 1944 lo que le vinculó a la región en la que en 1957, coincidiendo con el fin de la autarquía, asumió la presidencia de la Diputación Provincial. Al frente de ella acometió algunas realizaciones importantes (nuevo hospital General, Consorcio para el Abastecimiento de Agua del Centro de Asturias, hotel de La Reconquista) y batalló para que el Gobierno de la nación mejorase las comunicaciones de la región, como la construcción del actual aeropuerto de Asturias (inaugurado en 1968) y de la autopista que une Oviedo, Gijón y Avilés, culminada en 1976. Porfió para que se construyese la actual autopista entre Asturias y León, pero encontró numerosos obstáculos políticos en Madrid y en Asturias. La obra no se emprendió hasta 1976, ya en periodo democrático.
Con un perfil de gestor, su estilo y protagonismo al frente de la Diputación le causó numerosos desencuentros a partir de 1964 con el entonces gobernador civil de Asturias, José Manuel Mateu de Ros, ex combatiente de la División Azul y ex dirigente del SEU y del Sindicato Vertical, cuyo talante era más ideológico.
Su destitución simultánea como presidente de la Diputación y consejero del Reino, en 1970, lo atribuyó a las tensiones con el gobernador civil, la oposición del entonces ministro de Obras Públicas a sus proyectos viarios entre Asturias y León, y a su implicación con Fernando Suárez (ministro de Trabajo cinco años después) en el fracasado intento de que la Ley Sindical que discutieron las Cortes franquistas en 1970 incluyera la legalización de "asociaciones sindicales".-
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