Suiza, acorralada en Turquía
Los helvéticos se clasifican con la República Checa, pero son agredidos y encerrados en el vestuario
Suiza y la República Checa confirmaron sus buenos resultados de los partidos de ida y lograron, junto a España, las otras dos plazas de las repescas europeas. Pero mientras los checos volvieron a ganar, 1-0, a Noruega, sin más problemas, los helvéticos sufrieron para defender su 2-0 de la ida al perder en el campo de Estambul, 4-2, y más aún después del partido, al ser agredidos y encerrados en el vestuario.
Uno de sus jugadores, Grichting, tuvo que ir al hospital tras ser alcanzado, como otros jugadores, por una lluvia de proyectiles. La expedición suiza ya había sido recibida con lanzamiento de huevos a su llegada al aeropuerto. Era una especie de venganza por los pitos al himno turco antes del partido de Berna y la frustración de los hinchas que veían peligrar el pase de su selección al Mundial.
El centrocampista Lonfat consiguió hablar con la televisión francesa TPS para contar que el equipo estaba encerrado en el vestuario, con la policía, esperando a que se calmaran los ánimos de miles de exaltados que esperaban fuera, más de una hora después del partido. Otro jugador suizo, Senderos, también comentó a Radio Marca la situación en los mismos términos.
En el partido, Suiza pasó apuros, pero resistió las acometidas de Turquía. El tercer clasificado del último Mundial acabó ganando, 4-2, pero no le sirvió de nada por el valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate global. Un gol de penalti marcado por Frei a los dos minutos de juego fue ya decisivo. Obligaba a los turcos, que no marcaron en la ida, a conseguir casi el milagro de vencer por tres goles de diferencia como mínimo. Y no anduvieron lejos, pues hasta que Streller marcó el segundo tanto suizo, en el minuto 84, albergaron esperanzas. Tuncay, que puso el 1-1 en el marcador (m. 24); el inevitable Sukur, el 2-1 (m. 38) antes del descanso, y Necati, el 3-1, de penalti (m. 52) dejaron más de media hora de lucha por un cuarto tanto que habría sido clave. Pero tras el gol suizo ya no sirvió el último turco de Tuncay (m. 89).
La República Checa, sin grandes alardes, confirmó en Praga el magnífico 0-1 que había conseguido en la ida, en Oslo, ante Noruega. Si entonces marcó Smicer, uno de sus pilares, ayer, a los 35 minutos, lo hizo otro, Rosicky, y selló prácticamente la clasificación. Noruega tuvo algunas ocasiones, pero se repitió el 1-0.
Noruega llegó a Praga incluso con mal ambiente tras las duras declaraciones de su seleccionador, Age Hareide, que criticó a sus jugadores por la actuación de la ida y abrió un enfrentamiento con la selección noruega femenina, una de las potencias mundiales. "Parecimos señoritas en el partido del estadio Ullevaal. Nos movimos como chicas, andando de puntillas con tacones altos", dijo a la cadena de radio NRK. Las declaraciones de Hareide fueron criticadas por las jugadoras noruegas, campeonas olímpicas en Sidney 2000 y actuales subcampeonas de Europa, que las calificaron de "sexistas y preocupantes". Ayer, Carew, Riise y compañía, tampoco mejoraron su rendimiento.
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