Fernando Aristizabal Recarte, un hombre color del silencio
Se ha ido con discreción, como fue siempre su vida. De él, en las hemerotecas sólo encontraremos que fue diputado a Cortes de EAJ-PNV por Vizcaya durante la Legislatura de 1979 a 1982. Pero Fernando fue algo más. Nació en Irún (Guipúzcoa) y pronto, en su juventud, abrazó el nacionalismo. En agosto de 1936 se integró en las Milicias Vascas y, más tarde, en el Batallón Amaiur donde ascendió a sargento y más tarde a teniente. En la rendición de Euzko Gudarostea en Santoña (Cantabria) y ante la falta de mandos y responsables fue habilitado como comandante. Ello de costó la condena a pena de muerte, que le fue conmutada en 1942.
Al salir en libertad en 1943 participó en la reorganización clandestina del PNV, de la Resistencia y, junto con Lucio Artetxe, en la creación en Vizcaya del Servicio de Información dependiente del Gobierno Vasco del lehendakari José Antonio Aguirre. Conocido como Servicios, fue una extraordinaria red de Información e Inteligencia que abarcó la península Ibérica, Francia, Inglaterra y numerosos países americanos como Estados Unidos, Cuba, República Dominicana, Argentina, México o Venezuela, entre otros.
A las órdenes de Pepe Mitxelena, máximo responsable de Servicios, ejerció con el seudónimo de Perdiz y de Codorniz, la labor de jefe operativo de los mismos en el interior, dentro de la más estricta clandestinidad -bajo la cobertura de agente comercial que le permitía desplazarse sin problemas-, dirigiendo una extensa red de agentes que reunían información y que él, reconvertía en Inteligencia. Cientos de sus informes pueden consultarse en el Archivo del Nacionalismo, en Artea (Vizcaya). Fue además el contacto con el MI-6 y la OSS, antecesora de la CIA. Bajo su responsabilidad estuvieron personas como Genaro García de Andoain (luego responsable de la Ertzantza, muerto a tiros por ETA), Joseba Elosegui (responsable de pasos de fronteras, después senador), Manu Eguilleor, etcétera.
A raíz del reconocimiento del régimen franquista por las democracias occidentales, las esperanzas del Gobierno vasco y los demócratas exiliados se desvanecieron. Los "Servicios" se replantearon su trabajo y así, en 1958 abandonaron su labor. Reapareció públicamente en 1979 como candidato por Vizcaya, resultando electo a Diputado en el Congreso. Con la escisión del PNV en 1985, abandonó el partido de toda su vida y la militancia política. Se dedicó a lectura y estudio de cuanto trabajo se publicaba del periodo 1936-1960 y a la labor de recuperar la memoria histórica para que no se falsificara la misma.
Aglutinó esas cualidades que han caracterizado a esos héroes anónimos, hombres color del silencio, durante los años de resistencia, de valentía y de firmeza democráticas. Esos seres que merecieron la victoria. Fernando falleció en Gernika-Lumo (Vizcaya) el pasado día 9.
J. Ángel Etxaniz, es investigador del grupo de historia Gernikazarra
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