El Banco de España impidió que La Caixa nombrara dos consejeros en el Sabadell

El Banco de España no aceptó con agrado la entrada de La Caixa en el Sabadell en septiembre de 2000 y puso como condición que la caja no nombrara consejeros. Pero, cinco años después, La Caixa pidió al Sabadell que incluyera en su consejo a Miquel Valls, consejero de Gas Natural, y a Carmen Godia, vicepresidenta de Abertis, ambas compañías controladas por la caja catalana. Los nombramientos se aprobaron en la junta de accionistas del Sabadell, pero el Banco de España se negó a inscribirlos en el fichero de altos cargos. En julio pasado, Valls y Godia presentaron su renuncia.

No es fácil recordar un caso parecido. Habitualmente, cuando una entidad financiera quiere ampliar el Consejo de Administración consulta previamente con el Banco de España la conveniencia o no de los nombres que se proponen. Además de por prudencia, la razón es que el supervisor tiene potestad para inscribir o no en el registro de altos cargos a los consejeros de bancos y cajas de ahorros. Sin embargo, todo esto no ocurrió en el caso del Sabadell.

El caso se inició en febrero pasado, cuando la entidad presidida por Josep Oliu envió a la CNMV el orden del día de la junta de accionistas. El segundo punto era "renovación del consejo. Fijar en 13 el número de consejeros" (ahora son 11). A principios de marzo, el banco envió una nota de prensa anunciando que Carmen Godia y Miquel Valls serían propuestos a la junta para entrar en el consejo de la entidad. Y así fue. El 21 de abril, los accionistas aprobaron la incorporación al consejo de los dos ejecutivos, en calidad de "consejeros independientes", según el banco. Godia representa a un grupo familiar propietario de un 3,8% del capital de Abertis, dominada por La Caixa. Además de ocupar la vicepresidencia de la concesionaria de autopistas, es presidenta de la inmobiliaria Metrópolis. Valls es consejero de Gas Natural, compañía también controlada por la caja catalana, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y del Consejo de Cámaras de Comercio de Cataluña y consejero de Mutual Cyclops.

Tras la junta, la entidad hizo pública una nota, también enviada a la CNMV, en la que se recogía "el nombramiento de Carmen Godia y Miquel Valls como nuevos consejeros".

La siguiente comunicación, en julio pasado, fue una escueta nota que decía que el Consejo del Sabadell aceptó "la renuncia" de Valls y Godia "como consejeros externos independientes" ante la "eventual incompatibilidad de estos cargos con los que actualmente ocupan en otras compañías cotizadas". La tormenta pasó casi desapercibida en los medios por las fechas veraniegas y la escasa relevancia que le dio el banco.

Lo cierto es que entre abril y julio se libraron fuertes discusiones entre el banco y La Caixa por un lado, y el Banco de España por otro, según fuentes consultadas. El supervisor aclaró que Godia y Valls podrían ser consejeros del Sabadell sin ningún problema, siempre y cuando renunciaran a sus puestos en Abertis y Gas Natural. Es decir, no había problemas de honorabilidad. El organismo dirigido por Jaime Caruana entendía, sin lugar a dudas, que las dos personas están relacionadas directamente con La Caixa ya que es quien controla Abertis y Gas Natural. En el lado contrario, el argumento de presión era que ya se había hecho público el nombramiento y que los dos ejecutivos no pertenecen a La Caixa. El Banco de España no dio su brazo a torcer porque entendía que era romper el acuerdo inicial de que la caja no puede estar dentro del banco, que es su competidor. El presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa, declaró recientemente que la caja "siempre tiene interés en contar con consejeros en las empresas participadas". A su juicio, el Sabadell, pese a ser competidor, parece que no debe ser una excepción.

Paralelamente a estos hechos, La Caixa descendió un punto porcentual su participación en el Sabadell. En julio se supo que controlaba el 13,8%.