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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El retrato transparente

Sujeto se articula claramente como una revisión sobre la vigencia actual de un género: el retrato. Es evidente que el retrato fue reintroducido con fuerza a principios de los años ochenta por toda una generación de artistas, especialmente en el medio fotográfico, con la intención de desarrollar una reflexión más compleja sobre el cuerpo y la identidad individual. Aquella puesta al día del género tenía una gama de implicaciones que iba desde cuestiones como la relación entre autonomía individual y cuerpo social, o los límites entre espacio público y privado, hasta reflexiones sobre la homogeneidad y la transparencia del individuo en el ámbito de lo social.

Este contexto es importante pues de él surge una buena parte de las piezas presentadas aquí, entre ellas las de Thomas Ruff, Roland Fischer, Stephan Balkenhol, Rineke Djikstra, Till Freiwald o Fiona Tan. Sin duda esta muestra presenta una importante nómina de artistas, pero hay claras descompensaciones y algunas dificultades de encaje. Junto a los nombres antes señalados encontramos, además, excelentes piezas de Richard Avedon, Mapplethorpe, Humberto Rivas, Bernhard Prinz, Gilda Mantilla, Pierre Gonnord o Pere Formiguera, entre otros. El soporte fotográfico es claramente predominante en esta exposición, y su eje argumental también se concentra en la problemática de dicho medio, lo que lleva a que algunas obras en otros soportes aparezcan un tanto desubicadas y anecdóticas. Ocurre algo parecido con la presencia de otros artistas cuyo trabajo se basa en la idea de serie. Las condiciones de exposición a veces fuerzan la presentación de piezas aisladas, lo que en algunos casos provoca graves problemas de lectura. Éste es el caso de las imágenes de Marie-Jo Lafontaine (Die Kinder der Ruhr) que requieren no sólo la presentación del conjunto para no caer en lo superficial, sino también un mínimo concepto de instalación; o los trabajos de Thomas Ruff y Roland Fischer que hubieran precisado una visualización del conjunto.

SUJETO

Musac. Avenida de los Reyes

Leoneses, 24. León

Hasta el 4 de diciembre

Volviendo al eje argumental, hay que señalar que esta exposición parte de un supuesto bastante formalista. La idea de la existencia de un subgénero dentro del retrato que podría denominarse "retrato neutro". De ahí que en esta muestra predomine el retrato frontal, aparentemente basado en la mirada directa del sujeto. Pero probablemente hacia donde se dirigen estos trabajos es hacia una problemática más compleja como es el uso de un referente estético que conecta con la fotografía de archivo, usada aquí para cuestionarse los límites de la autonomía del individuo o para preguntarse en qué consiste eso que llamamos individualidad. El deseo de identidad se ve confrontado con la presencia de una impersonalidad serial (como en la obra de Balkenhol o Till Freiwald), la pertenencia a un colectivo transforma la personalidad individual (en la serie de Rineke Djikstra), los límites de la transparencia del individuo en el ámbito de nuestras sociedades (en Thomas Ruff) o la imposibilidad para acceder realmente al interior del individuo (en Roland Fischer). Pero si hay una obra de esta exposición que pueda transmitirnos la complejidad de un tema como el del sujeto, es la instalación de Fiona Tan, Semblante. Con una mirada cercana a la del antropólogo, Tan revisa y actualiza el proyecto de August Sander, hombres del siglo XX, en el contexto de la Alemania posterior a la reunificación. Y nos sitúa ante la imposible tarea de registrar la diversidad del cuerpo social, ante la utópica tarea de clasificar lo inclasificable: el individuo.

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