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Un suicida causa al menos 35 muertos en un popular restaurante de Bagdad

El local, muy frecuentado por policías, estaba lleno de público a la hora del desayuno

El terrorista entró en el restaurante Al Qaduri de Bagdad a las 9.30 (dos horas menos en la España peninsular). Situado en el barrio comercial de Karrada, era uno de los lugares preferidos de policías, funcionarios y militares. Cuando el terrorista hizo estallar la bomba que llevaba adherida al cuerpo, Al Qaduri se encontraba repleto de gente: era la hora del desayuno después de un largo Ramadán. Al menos 35 personas resultaron muertas y otras 25 heridas. La organización de Al Qaeda en Irak, la misma que dice que atentó en Ammán, se atribuyó la acción.

"Antes del Ramadán, el restaurante recibió una amenaza y cerró durante dos meses", afirma Raad Soud, un vendedor de cigarrillos que tiene su puesto enfrente. Uday Muhammad, cuyo trabajo es cuidar el coche del dueño de Al Qaduri, asegura que trató de prevenir a siete personas de que no entraran porque acababan de recibir una nueva amenaza. Dos de ellos no le hicieron caso.

La explosión fue brutal y pudo oírse en varios kilómetros. Las paredes sirvieron para contener la onda expansiva y aumentar el daño en el interior. Los testigos aseguran que había sangre en el suelo, en las paredes y en el techo. Muchos de los cuerpos estaban caídos sobre las mesas y decapitados. La acera también tenía restos de sangre, cristales, yeso y madera. Los artificieros creen que el suicida llevaba, además del cinturón adhesivo, una bolsa con explosivos.

Una mujer que se aprieta contra la barrera policial pide entre sollozos permiso para entrar en el restaurante: "Sólo quiero saber si mi hijo está bien. Es uno de los empleados". El agente le pide que espere y se acerca en busca de noticias. Cuando regresa le dice que su hijo está en el hospital, pero cuando la mujer se va aliviada confiesa al periodista que está muerto.

La Organización de Al Qaeda en Irak, dirigida por Abu Musab al Zarqaui, ha asumido el atentado en un comunicado distribuido a través de Internet. En él asegura que la acción es una respuesta a la operación del Ejército estadounidenses contra la insurgencia en Qaim, cerca de la frontera siria. Esta organización asumió la autoría de los atentados de Ammán (Jordania).

EE UU, que tiene en Irak a 150.000 soldados, espera que las elecciones legislativas del 15 de diciembre sirvan para cerrar el proceso de transición y dar estabilidad a Irak. El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, no es tan optimista. En una entrevista que publica New Statesman confiesa no estar seguro de que la paz regrese a Irak antes de 10 años.

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En la provincia de Kut, al sur de la capital, el Ejército iraquí descubrió ayer los cadáveres de 27 personas vestidos con ropa civil, maniatados y con los ojos vendados. Todos tienen un disparo en la cabeza. Otras 10 perdieron la vida y 20 resultaron heridas cuando un conductor hizo explotar su automóvil en el centro de Tikrit, la ciudad natal de Sadam Husein.

[Por otra parte, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) informó ayer de que Irak necesita 40 millones de dólares para limpiar los "cientos o quizá miles" de zonas contaminadas por uranio empobrecido y otros productos químicos que se han detectado en su territorio.

"La contaminación es producto de la guerra con Irán y la del Golfo, así como a los saqueos y a la falta de inversiones en el cuidado del medio ambiente durante muchos años", explicó el director ejecutivo del PNUMA, Klaus Toepfer en una rueda de prensa en Ginebra, informa Efe.]

Trabajadores iraquíes cargan el cadáver de una víctima del atentado de Bagdad. A la derecha,  soldados estadounidenses.
Trabajadores iraquíes cargan el cadáver de una víctima del atentado de Bagdad. A la derecha, soldados estadounidenses.ASSOCIATED PRESS

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