Arenas condiciona su apoyo al Estatuto a un acuerdo previo sobre financiación

A medida que avanza el debate sobre el Estatuto de Andalucía, el PP está vinculando de manera más estrecha su apoyo a la reforma a la evolución del Estatuto de Cataluña. El presidente del PP, Javier Arenas, condicionó ayer su respaldo a la reforma a las decisiones que se adopten en la "política nacional y afecten a Andalucía". En concreto, vinculó su apoyo a que Andalucía asuma las mismas competencias que cualquier otra comunidad y a que primero esté "claro" cuál va a ser el futuro modelo de financiación de las comunidades autónomas. De momento, el PP es el único partido que aún no ha enseñado sus cartas en materia de competencias, algo que sí han desvelado las otras tres formaciones del arco parlamentario, que han anunciado su intención de pedir varias materias que ahora están en manos del Estado.

Arenas se reunió ayer en el Parlamento con el líder del PA, Julián Álvarez, quien le entregó el documento que los andalucistas han elaborado sobre la reforma estatutaria. La reunión sirvió para constatar una diferencia insalvable (el PP cree que la única nación es la española, mientras que el PA defiende la definición de Andalucía como nación) y dos coincidencias fundamentales. La primera, que Andalucía debe aspirar al máximo de competencias. "Si hay asimetría de competencias, Andalucía puede acabar como comunidad de segunda", dijo Arenas. Y la segunda, que el sistema de financiación debe mantener los criterios de solidaridad y autonomía financiera si es modificado.

Antes de esta cita, Arenas se reunió con con el grupo parlamentario del PP, momento en el que lanzó sus advertencias sobre la reforma estatutaria. "El PP va a seguir estudiando las mejoras posibles, pero si alguien piensa en una foto del Estatuto para salvar sus vergüenzas por haber permitido que Andalucía sea una comunidad de segunda, que no cuente con nosotros", afirmó Arenas.

Oposición a varias naciones

En este sentido, reiteró que no aceptará que se considere que en España hay "varias naciones" o que haya distinciones en las denominaciones de las comunidades que, a la postre, supongan "privilegios".

Julián Álvarez, por contra, insistió en la definición de Andalucía como nación y defendió el encaje de su proyecto estatutario en el marco de la Constitución. "Es un documento ambicioso y constitucional. No queremos la ruptura del Estado", afirmó el líder andalucista, quien se mostró optimista sobre el resultado final de la reforma.

Arenas apuntó la conveniencia de que la reforma se produzca por el consenso de los cuatro grupos parlamentarios y añadió que cualquier otra alternativa sería "un retroceso". "La alianza que le interesa a Andalucía es la del consenso", dijo Arenas en referencia a la decisión de IU y PA de unirse para demandar un Estatuto con las máximas competencias.