El COE apoya la candidatura de Madrid a los Juegos de 2016

El Comité Olímpico Español (COE), a iniciativa de su nuevo presidente, Alejandro Blanco, dio ayer una enorme dosis de oxígeno a la nueva aventura olímpica de Madrid. Una comida con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, evidenció la total sintonía entre el Ayuntamiento y el COE, cuyo mandatario, tras el gran trabajo hecho para 2012, es favorable a que la capital aspire a los Juegos de 2016. Será el alcalde quien anuncie el momento.

Blanco, ya desde su campaña electoral en el mes de septiembre, había dejado clara su opinión sobre el futuro olímpico de Madrid y lo repitió ayer: "No se debe abandonar una gran candidatura, que quedó tercera para los Juegos de 2012, con 32 votos, y que no pasó a la final por sólo dos. Madrid tenía el mejor proyecto y el mayor apoyo popular. Había pasado de candidatura política a ciudadana, y no puede ser que se olvide".

Ayer, ante un alcalde "muy animado e ilusionado", Blanco reavivó un plan que había quedado casi laminado pocos días después de la dignísima derrota de Singapur en julio. Gallardón decidió que hubiera una separación clara entre una y otra candidaturas. Por eso, nada más ser recibidos por el rey Juan Carlos, que les felicitaba por su trabajo, era literalmente desmantelada la oficina olímpica. Sólo ha quedado como superviviente el anterior cabeza más visible del proyecto, Feliciano Mayoral, que el próximo 1 de diciembre se incorporará como director general de Asuntos Olímpicos en una oficina municipal, la última trinchera de Madrid 2012.

Blanco, cuya actividad en 40 días en el cargo contrasta con la tranquilidad de sus predecesores -está cumpliendo lo prometido en su programa electoral con un renovador COE-, no ha querido dejar pasar mucho tiempo sin recuperar uno de sus puntos principales: las posibilidades olímpicas de Madrid.

En la reunión de ayer se acordó que dos equipos, uno del COE y otro municipal, se van a poner a trabajar para promover la nueva candidatura olímpica. Y se empezarán a establecer contactos y conversaciones con los miembros del Comité Olímpico Internacional para tantear la mejor posibilidad.

"Dejamos al alcalde, que es a quien le corresponde, la elección del momento para presentar la candidatura", dijo Blanco, muy contento de ver que se reavivan las aspiraciones olímpicas de Madrid y de que exista "total sintonía, tanto de presente como de futuro", con Gallardón, a quien también acompañó ayer el vicealcalde, Manuel Cobo.

El próximo 14 de diciembre, fecha de la próxima comisión ejecutiva del COE, ésta se reunirá con el alcalde. Gallardón, según todos los indicios, no esperará hasta el otoño de 2006 para anunciar la nueva candidatura a los Juegos de 2016, sino que lo hará bastantes meses antes, probablemente la próxima primavera. Aunque el triunfo para 2016 será difícil, aún lo sería más para 2020. Es la misma línea que ya mantienen Juan Antonio Samaranch y otros expertos del COI.

Para 2016, lo más peligroso para Madrid sería una candidatura suramericana, pero la madre patria podría entonces pedir la vez. Y, además, Río de Janeiro o Buenos Aires tendrían que convencer al COI de su seguridad económica. Se ha confirmado que es más importante para el máximo organismo olímpico el éxito de los Juegos que la rotación de continentes en las sedes. En todo caso, como el propio Blanco ha dicho, "es una carrera de fondo en la que hay que estar..., y todos unidos".