Francamente aburridos
Pese a la coartada generacional, que aún facilita que un considerable número de fieles seguidores no les dejen en la estacada del olvido, Oasis parece tener difícil el relanzamiento de su carrera. Ni discográficamente han llamado tanto la atención como antes con su último álbum, ni su directo es capaz de convocar un número exagerado de público. Alrededor de 8.000 personas fueron el sábado a verles en la capital a un recinto de 14.000. Eso sí, los que fueron estaban entregadísimos y reaccionaron de forma positiva a los envites de una banda que parece obstinada en mostrar casi siempre su lado más aburrido.
El grupo atacó a los sones de Turn up the sun, en medio de un sonido casi atronador, marca de la casa. Lyla, con su inevitable soniquete -o copia- stoniano, y Bring it on down dieron paso a Morning glory, con lo que el saco de viejos éxitos se abrió y Papá Noel Gallagher y su hermano dieron algún regalo a sus fans. El primero cantó un par de temas, demostrando que se hubiera bastado solo desde un principio para liderar el grupo, evitando así el mal rollo fratricida que mantiene con Liam. Éste, por su parte, bailó lo acostumbrado en él: nada. Se paseó por las tablas con esa actitud de hooligan ebrio, cantó con gusto monocorde, aunque se mostró capaz de sacar de su limitada garganta excelentes melodías pop. Live Forever, Wonderwall o la celebradísima Champagne Supernova supusieron las cimas de una velada que, francamente, resultó plúmbea.
Oasis
Liam Gallagher (voz), Noel Gallagher (guitarra y voz), Gem Archer (guitarra), Andy Bell (bajo) y Zak Starkey (batería). Palacio de Deportes de la Comunidad. Madrid, sábado 5 de Noviembre de 2005.
Babelia
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