Los menores acogidos por familias ya duplican a los atendidos en centros de protección

El acogimiento familiar gana fuerza en la comunidad. Ante los graves problemas familiares que sufren unos 7.000 menores, la opción de residir temporalmente con familias ya supone un 70% de los casos, mientras que sólo el 30% acude a los centros de protección de la Junta. Las jornadas sobre familias acogedoras, inauguradas ayer por la consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, en Mollina (Málaga), busca que este porcentaje crezca aún más. "La adopción internacional debe estabilizarse para que aumente el acogimiento", explicó el psicólogo Jesús Palacios.

"Lo pasas mal cuando se van, pero es muy gratificante y sólo me dedico a disfrutarlos. Y a tener claro que no son míos, claro", afirmaba Juliana Bernal al relatar su experiencia vital, que incluye a cuatro menores acogidos temporalmente. Un total de 5.096 menores se encontraban en acogimiento familiar durante el año pasado en la comunidad.

Las jornadas brindaron un intenso y apasionado debate a unos padres sensibilizados, y que por lo general combinan sus hijos biológicos con otros acogidos. En Mollina se escucharon las vivencias de una etapa familiar que alterna sentimientos de pertenencia e integración. Las emociones, consejos y dudas que constantemente asaltan a unos padres que ayer compartieron con otras parejas y expertos la educación de niños especialmente sensibles al entorno familiar. "Un proceso largo con satisfacciones y turbulencias emocionales muy importantes", definió el psicólogo de la Universidad de Sevilla, Jesús Palacios.

La consejera Micaela Navarro destacó al inaugurar las jornadas que el impulso de los sistemas de protección para atender a estos niños, en situación de riesgo y desamparo, ha sufrido una fuerte expansión en la comunidad. "Si ha crecido ha sido gracias a la generosidad de las familias andaluzas, que son el marco más adecuado para el desarrollo del menor". En los últimos años el acogimiento familiar se ha revelado como el recurso idóneo para el menor frente a los centros de protección. De los 5.000 menores, unos 3.000 residen con miembros de familia llamada extensa, como tíos y abuelos.

En las jornadas quedó claro que la clave del éxito consiste en que la información fluya desde los expertos hacia los padres y los niños, que incluyen desde bebés hasta chicos preadolescentes de entre 13 y 15 años.

Al contrario que la adopción, el acogimiento familiar aún debe ser fomentado por parte de la administración. A pesar de que Asuntos Sociales intenta que el número de familias acogedoras crezca, muchos de los adolescentes deben antes acudir a los centros de protección, porque necesitan "una independencia temporal para evitar que se produzca un rechazo ante una familia nueva", según explicó Isabel Machado, jefa del Servicio de Protección de Menores.

"Cada niño es un mundo y las opciones de acogimiento varían en el tiempo y características", explicó el psicólogo Palacios. "A veces somos más sensibles hacia los niños saharauis, y no atendemos al hijo del vecino", añadió el experto, quien aclaró que cualquier familia puede formar parte de esta experiencia "de enriquecimiento mutuo". Los acogimientos pueden oscilar entre los tres meses y los doce, pero también pueden convertirse en acogimientos permanentes.

Al encuentro, que culmina hoy, acuden muchas familias con sus hijos, y éstos disfrutan de talleres de pintura y marionetas. Además, distintos expertos como la investigadora inglesa Andrea Warman y el profesor de pedagogía de la Universidad de Barcelona, Pere Amorós, aportan luz a los padres, tan protagonistas como sus niños ayer.

Igualdad y Bienestar Social cuenta con 113 equipos de psicólogos para el apoyo terapéutico, además de 50 profesionales, y concedió el año pasado ayudas por 2,9 millones para colaborar con los gastos de 854 familias acogedoras de menores.