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Reportaje:MERCADOS

La volatilidad gana fuerza

Los beneficios empresariales no logran animar el mercado

La volatilidad se ha adueñado de los mercados de valores ante el constante cruce de argumentos a favor y en contra de la toma de posiciones. Los beneficios empresariales compiten con el temor a una subida de los tipos de interés y con unas expectativas económicas todavía poco atractivas.

La Bolsa española ha vivido una semana muy agitada, con recuperaciones del 1,60% y descensos del 1,38% que, al final, han llevado al Ibex 35 a cerrar con un recorte del 0,28% y en 10.339,50 puntos.

Los argumentos que han permitido las recuperaciones estaban apoyados en los beneficios empresariales, mientras que las caídas vuelven a tener como telón de fondo el miedo a una subida de los tipos de interés. No obstante, incluso los beneficios empresariales han tenido que pasar por severos filtros que, en ocasiones, han convertido en un resultado regular lo que a la mayoría de los inversores les parecía más que suficiente. El caso del Banco SCH, con una mejora en el beneficio neto del 36,8%, sufrió las consecuencias de unos análisis más que rigurosos y la cotización llegó a caer más del 3%. Para colmo de males, algunos rumores que apuntaban a un descenso de los beneficios de Telefónica también consiguieron "tumbar" al valor durante algunas horas en la jornada de cierre, mientras que valores con resultados menos consistentes han conseguido pasar casi desapercibidos.

Los inversores se han visto así sorprendidos por "el fuego amigo" de los analistas en unos momentos en los que la única justificación para mantener posiciones en los mercados se apoya, precisamente, en los beneficios empresariales.

El miedo a una subida de los tipos de interés en la eurozona encontraba nuevos argumentos al final de la semana, con el incremento de la masa monetaria, activos en manos del público y depósitos a corto plazo, de septiembre, junto con la subida de la inflación hasta el 2,5% en octubre, según los datos previos. La "tendencia" de los tipos de interés comienza a materializarse en el mercado secundario de deuda, en el que la rentabilidad del bono a 10 años ha subido 18 centésimas en la semana.

Los constantes bandazos del precio del petróleo han tenido una incidencia puntual sobre el ánimo de los inversores en renta variable, más centrados ahora en las consecuencias de las subidas de los meses anteriores, que ya empiezan a verse en los indicadores económicos.

En este aspecto, los datos procedentes de Estados Unidos apenas han ayudado debido a su irregularidad, aunque al final de la semana destacaba el avance de una subida del 3,8% en el PIB del tercer trimestre, un dato que mejora todas las previsiones y que contrasta con algunos indicadores parciales, como el de pedidos de bienes duraderos en septiembre, que cayó el 2,1%, o los diferentes índices de confianza de los consumidores, que prosiguen su constante descenso.

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