El Madrid, con seis defensas
Luxemburgo anuncia que pondrá a Diogo y Sergio Ramos en el medio campo ante el Betis
Fernando Hierro estuvo de visita en el vestuario del Madrid esta semana. De paso, intercambió opiniones con viejos compañeros. Desde que su continuidad en el club fue desestimada por la actual directiva, en mayo de 2003, el ex capitán se ha convertido en objeto de las añoranzas de muchos de los jugadores. Algunos le han recordado al presidente, Florentino Pérez, que convendría traerlo de nuevo al club. Lo mismo ocurre con Vicente del Bosque, el ex técnico, a quien los jugadores evocan con una mezcla de nostalgia y reverencia supersticiosa.
Hay una sensación de desamparo cada vez más patente en el vestuario del Madrid. Un vacío de liderazgo que ni Vanderlei Luxemburgo, el entrenador, ni Florentino Pérez, han podido ocupar. En momentos de crisis como el actual, los futbolistas echan en falta una figura orientadora que los acompañe al campo. Y, a ser posible, un futbolista como ellos, capaz de pisar la hierba también. Con este sentimiento de orfandad se subieron ayer al AVE que los trasladó a Sevilla para enfrentarse esta noche al Betis.
A este puñado de chicos desencantados, Luxemburgo los reunió el jueves en el vestuario y les dijo que había llegado la hora de jugar "con corazón", de sacar la "casta". Después de encajar la cuarta derrota de la temporada en Liga, con Ronaldo, Baptista, Beckham y Gravesen en la enfermería, al técnico no se le ha ocurrido mejor idea que pinchar el nervio del honor.
Luxemburgo ha intentado, sin demasiado éxito por el momento, ponerse la banda de regente del vestuario del Madrid. Ha luchado a brazo partido para hacerse respetar. Ha cambiado el dibujo táctico prácticamente cada partido. Ayer no fue una excepción. Al contrario. Acosado por las bajas, el brasileño ensayó con dos esquemas inéditos. Acabó por disponer una alineación que, en condiciones normales, sería una extravagancia: un portero, seis defensas, un medio de contención y tres atacantes. El plan es básico: consiste en cavar una fosa de contención. Cerrarse con Salgado, Woodgate, Helguera y Roberto Carlos en defensa, más Diogo, Pablo García y Sergio Ramos en el meio campo y contragolpear con Guti, Robinho y Raúl. No hay jugadores para otra cosa. Las opciones para el banquillo son Mejía, Pavón, Bravo, Soldado, Jurado y De la Red. Los tres últimos no han disputado un partido completo en Primera.
"Ensayamos con tres centrales pero no me gustó lo que vi", explicó Luxemburgo ayer, después del entrenamiento. "Por eso subí a Sergio Ramos al medio, como en Riazor en la segunda parte. Tiene calidad y pelea. Y junto con Diogo y Pablo harán un centro del campo sin tanta calidad pero más luchador. Será un centro del campo para dar batalla, con casta".
Luxemburgo ha aprendido una palabra que en América, al sur del Orinoco, no usa nadie: "casta". Ayer la repitió cinco veces a lo largo de su discurso en la conferencia de prensa previa al partido. Ha descubierto que en España decir "casta" produce un efecto hipnótico en sus interlocutores. Es algo que los madridistas quieren oír. Y Luxemburgo les da "casta". Por lo demás, el técnico sabe que no le sería posible ofrecer otra cosa. Ayer, como siempre, se manifestó "contento" con la plantilla que tiene. Esto en público. En privado, tanto Luxemburgo como sus ayudantes aseguran que la plantilla es corta. Que las bajas han dejado en evidencia muchas carencias. Que en enero se harán fichajes de refuerzo. Que así no se puede seguir.
"Yo dije que ante el Depor faltó actitud", se explicó el entrenador, muy sofocado; "lo que nunca dije es que esta plantilla no tenga actitud, ni casta, y que sus jugadores sean una mierda...! ¡Yo esto nunca lo he dicho! ¡Mi discurso es recto! Contra el Deportivo faltó de todo: nos intimidaron, nos faltó coraje, fútbol... Si pasara todos los partidos sería grave. Pero sólo nos ha ocurrido una vez. Ahora hay que jugar con corazón. Cuanto más dificultades se tienen, más corazón hay que poner. Las dificultades hacen que salga la casta. La plantilla debe sacar la casta".
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