Competición y Apelación no perdonan la tarjeta amarilla a Joaquín
El Comité de Competición no condeció ayer el perdón a Joaquín, como tampoco a su compañero Melli. Desestimó las alegaciones del Betis por sus expulsiones con dos tarjetas amarillas y roja directa, respectivamente, por el árbitro Rubinos Pérez en el partido de Liga del miércoles contra el Villarreal. El Comité de Competición sancionó a los dos jugadores con un partido y apercibió al club de cierre del campo por el reiterado lanzamiento de objetos desde la grada, según recogió el acta arbitral, además de imponerle una multa de 3.000 euros. Después del encuentro, el equipo arbitral encontró que uno de sus automóviles había sufrido varios desperfectos en el aparcamiento del campo.
El Betis alegó ante el Comité de Competición la similitud del caso de Joaquín con el del madridista Beckham durante el partido que el fin de semana disputaron su equipo y el Valencia en el Bernabéu. Beckham fue expulsado al recibir una tarjeta amarilla por protestar una decisión del árbitro y una roja al responder con unos aplausos, que el árbitro juzgó como "mofa". Competición estimó la acción una única jugada y anuló la tarjeta roja. El Betis propugnó la misma solución para Joaquín, pero los miembros del Comité de Competición rechazaron ese argumento. Para sus representantes, Joaquín vio una amarilla por protestar y la otra por hacerlo de nuevo, por lo que son dos actos diferentes.
El club bético también adujo el "arrepentimiento espontáneo" de los futbolistas. Pero Rubinos Pérez impidió tal circunstancia al no acceder a recibirlos en su vestuario, a pesar de que los futbolistas esperaron largo rato a su puerta.
El Betis recurrió ayer las sanciones ante el Comité de Apelación con el objetivo de que ambos futbolistas pudieran jugar hoy frente al Real Madrid. Apelación desestimó el recurso y su presidente, José Mateo, explicó: "La prueba videográfica no destruye la veracidad del acta y no hay motivos ponerla en tela de juicio".
El equipo sevillano puede apelar hoy al Comité Español de Disciplina Deportiva para intentar suspender la ejecución de la sanción, aunque tiene 10 días para hacerlo.
