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San Blas y Vicálvaro quedarán unidos con la M-40 y O'Donnell en 2007

El Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Madrid pagarán al 50% las nuevas conexiones de Vicálvaro y San Blas con O'Donnell y la M-40, atendiendo así una reiterada reivindicación vecinal. Las obras que se ejecutarán en 2007 quedaron ayer comprometidas tras la firma de un protocolo entre la ministra Magdalena Álvarez y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón.

"Más que una declaración de intenciones, es un documento de compromisos, con soluciones, plazos de ejecución y costes concretos -un máximo de 64,5 millones de euros-, y un acuerdo de financiación al 50% entre ambas administraciones", explicó Ruiz-Gallardón.

Además, apostilló el concejal socialista Félix Arias, es el resultado de la presión que la oposición ha realizado ante las administraciones. Al acto formal de la firma también asistieron la portavoz socialista, Trinidad Jiménez, y el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, así como algunos representantes vecinales y la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez.

Las soluciones adoptadas resuelven el problema de movilidad urbana en torno al enlace de la autopista de peaje R-3 y la M-40, que afecta principalmente a los vecinos de San Blas y Vicálvaro, con la reapertura de la avenida de Daroca mediante dos ramales: uno que enlazará con la M-40 Sur con O'Donnell y otro que canalizará el tráfico procedente de O'Donnell con dicha avenida.

Hace cinco años

Este proyecto que resolverá unas conexiones que hace cinco años quedaron interrumpidas por el enlace de la R-3 con la M-40 -lo que provoca demoras de hasta tres cuartos de hora en los itinerarios de los vecinos- se realizará en 2006 y los trabajos de ejecución comenzarán en 2007.

Respecto a las conexiones con la M-40, el secretario de Estado explicó que hay previstas dos soluciones alternativas, siempre a través de vías de servicio que se construirán en ambos lados de la M-40, desde la glorieta del Doctor García Tapia hasta la de la carretera de Canillejas a Vicálvaro.

El Ministerio de Medio Ambiente deberá decir si el proyecto necesita una evaluación de impacto ambiental pero, si no es así, será ejecutado antes de 2012.

Gallardón apuntó que si hubiera que hacerlo, la solución sería conectar la glorieta de la carretera de Canillas sobre la R-3, aprovechando los ramales de esta última vía, con ambos sentidos de la M-40.

El alcalde aclaró que al ser la R-3 una concesión administrativa, el Ministerio de Fomento tendría que fijar con la adjudicataria las condiciones de uso.

Víctor Morlán señaló que la "fórmula de colaboración es buena" y adelantó: "Al igual que ahora lo hacemos con Vicálvaro, pensamos que podremos hacerlo con la estación que queremos construir en Alonso Martínez".

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