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Milicias chiíes y suníes combaten abiertamente por primera vez en Irak

Los partidos de la comunidad mayoritaria irán juntos a las elecciones de diciembre

La sombra de una guerra civil cada vez se cierne más sobre el suelo de Irak. Ayer se produjo por primera vez un enfrentamiento abierto entre milicias suníes contra policías apoyados por la milicia chií del Ejército del Mahdi, fiel al clérigo Múqtada al Sáder. El combate sucedió en Narawan, 25 kilómetros al sureste de Bagdad, cuando la policía recibió una llamada que denunciaba el secuestro de un miliciano chií. Los agentes y los guerrilleros chiíes que los apoyaban cayeron en una emboscada. Murieron 21 chiíes y dos policías.

Otros cinco policías y 12 miembros de la milicia chií fueron heridos cuando trataban de rescatar al secuestrado. Entre los suníes no se produjeron bajas. En la ciudad de Narawan viven suníes y chiíes. Varios canales de televisión árabes informaron de que el enfrentamiento de ayer se produjo después de que se hayan vivido momentos de tensión entre ambas comunidades.

El combate de ayer pone en evidencia la brecha que separa a las comunidades chií y suní. En las últimas semanas se han producido asesinatos en grupo de ciudadanos suníes, cuyos cadáveres aparecían enterrados con tiros en la cabeza varios días después de ser secuestrados.

Ayer se dio un paso más en esa división entre ambas comunidades cuando varios partidos chiíes anunciaron que, a pesar de recientes desavenencias, han decidido renovar su alianza y se presentarán unidos a las elecciones generales del próximo 15 de diciembre. Un día antes, tres partidos suníes anunciaron que concurrirían juntos a los comicios.

Las autoridades iraquíes y los oficiales estadounidenses emplazados en Irak mostraron su satisfacción ante el deseo de los tres grupos suníes de participar en las elecciones, pero nadie sabe hasta qué punto los líderes de estas formaciones políticas pueden influir en los líderes de las milicias suníes que combaten al Gobierno iraquí.

Entre las formaciones chiíes que concurrirán unidas a las próximas elecciones ninguna cuenta con el apoyo del clérigo Al Sáder. Este líder religioso fue quien espoleó los grandes alzamientos chiíes contra las tropas de EE UU después de la invasión, en 2003.

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Al Sáder decidió apartarse de la coalición chií durante las elecciones del pasado enero después de que la Alianza Iraquí Unida (principal formación política chií, con 140 de los 275 asientos del actual Parlamento interino) desestimara su demanda de fijar un calendario para la retirada de las tropas norteamericanas. La Alianza Iraquí Unida está integrada por la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRI), principal partido iraquí, y Al Dawa, formación del primer ministro iraquí, Ibrahim al Yafari, quien ayer inició un viaje oficial a Jordania. Hasta ahora, todos los intentos de integrar a los partidarios Al Sáder en la Alianza Iraquí Unida han fracasado.

Múqtada al Sáder ha sido la única personalidad chií que se ha opuesto una y otra vez a la ocupación en el país por fuerzas extranjeras y ha criticado con frecuencia a las autoridades iraquíes, que cuentan con todas las bendiciones de las autoridades religiosas chiíes, con las que, por otra parte, Al Sáder nunca ha llegado a romper.

Un político chií que pidió el anonimato vaticinó a la agencia Efe un acercamiento entre la Alianza Iraquí Unida y Al Sáder, por la creciente popularidad de este último entre una población cada vez más escéptica ante los escasos progresos económicos.

El clérigo radical disfruta de una amplia base de fieles seguidores en Ciudad Sáder, el barrio más depauperado de Bagdad; la ciudad de Nayaf, la más santa para la comunidad chií, y en Basora, la segunda urbe más populosa del país.

Según responsables de la Alianza Iraquí Unida, la coalición parece dispuesta a tender la mano a los seguidores de Al Sáder.

El primer ministro iraquí, Ibrahim al Yafari, ayer a su llegada a Ammán (Jordania).
El primer ministro iraquí, Ibrahim al Yafari, ayer a su llegada a Ammán (Jordania).REUTERS

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