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Atutxa, Knörr y Bilbao serán juzgados desde hoy por desobediencia

Dos magistrados de la Sala de lo Social y un magistrado de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia vasco juzgarán a partir de hoy al ex presidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa y a otros dos miembros de la Mesa de la Cámara que él presidió -Gorka Knörr (EA) y Kontxi Bilbao (EB)- por el delito de desobediencia. La causa, que se inició en julio de 2003 tras la presentación de sendas querellas por parte del sindicato Manos Limpias y de la Fiscalía, tiene su origen en la negativa de los ahora acusados a disolver el grupo heredero de Batasuna en el Parlamento vasco, Sozialista Abertzaleak (SA). El Tribunal Supremo, tras ilegalizar HB-EH-Batasuna, ordenó en mayo de 2003 la disolución de los grupos de la coalición. Durante los meses de mayo y junio, el legislativo vasco y el alto tribunal español mantuvieron una férrea defensa de lo que cada uno de ellos entendía que eran sus competencias y su autonomía.

La semana pasada, Juan María Atutxa indicó que volvería a hacer lo mismo que en aquellos días de junio de 2003 porque "era imposible dar cumplimiento" al auto del Supremo. Entonces, el momento político estaba marcado por el enfrentamiento sin cuartel entre el Gobierno de Aznar y el Ejecutivo vasco. En ese contexto, y ante la negativa a disolver el grupo SA, Manos Limpias y la Fiscalía presentaron las querellas. Durante la instrucción, Atutxa, Knörr y Bilbao han mantenido que nunca tuvieron intención de desobedecer al Supremo. De hecho, aprobaron el 5 de junio de 2003 una Resolución General de Presidencia -con los votos del miembro del PSE en la Mesa- para disolver SA. Pero al día siguiente la Junta de Portavoces, con los votos en contra de PNV, EA y SA, la rechazó.

La Fiscalía entendió que, en realidad, todo obedecía a una "confabulación" para evitar cumplir el auto del Supremo y se querelló contra todos ellos. El 28 de diciembre pasado, la juez instructora archivó la causa al entender que los querellados buscaron, sin éxito, el "procedimiento" para cumplir la sentencia. La Fiscalía no recurrió, pero Manos Limpias sí lo hizo y la Sala de lo Penal reabrió la causa al ver indicios de desobediencia.

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