Un aeropuerto que divide a la comarca
Sabadell y los empresarios defienden el aeródromo, y los vecinos reclaman su traslado
Sant Quirze, Badia y Barberà del Vallès están unidos en torno a una causa: reclaman desde hace años que se traslade el aeropuerto. Desde 1997 un total de 10 personas han perdido la vida por su actividad, todas ellas miembros de la tripulación o pasajeros de los aparatos.
La alcaldesa accidental de Sant Quirze del Vallès, Elisabet Oliveras, recuerda: "En cinco años ha habido siete accidentes. Son muchas visitas, reuniones y viajes a Madrid. En alguna ocasión nos hemos quedado en la puerta del Ministerio de Fomento porque nos han dicho que no entrábamos. No nos han dado nada de lo que nos han prometido para mejorar la seguridad y tenemos la sensación de que nos toman el pelo".
Sant Quirze del Vallès ha experimentado un fuerte crecimiento y hoy tiene una población de 18.000 habitantes. Ha crecido mucho, pero con un planeamiento urbanístico que "se hizo entre 1999 y 2000, y que fue aprobado por la Generalitat. También se le hizo llegar a Fomento y no hubo ni una sola alegación ni enmienda", asegura la alcaldesa. "A Sabadell puede que le interese económicamente el aeropuerto, pero al resto de los municipios de la comarca no les aporta beneficio alguno".
"Pronto podrán aterrizar aviones de 6 u 8 plazas", dice el portavoz de la cámara de Sabadell
El alcalde de Sabadell, el socialista Manuel Bustos, asegura que el "aeropuerto es plenamente compatible con el entorno si se trasladan algunas de las actividades". Ahora, en opinión de Bustos, "tampoco es el mejor momento para reflexionar sobre el futuro del aeropuerto, cuando acaban de morir cuatro personas". Es necesario "un debate más complejo porque no se trata de cerrarlo, trasladarlo y ya está. En estos momentos hay 300 personas trabajando allí; hay desde servicios de emergencias hasta mecánicos y restauración", recalca el alcalde de Sabadell.
Otra institución que está "totalmente a favor" de que el aeorpuerto siga en el mismo lugar es la Cámara de Comercio de Sabadell, una entidad histórica con gran peso empresarial. Según su portavoz, Salvador Palomo, ''[el aeropuerto] presta un gran servicio a todo el país, desde el punto de vista de la seguridad y de emergencias, y también porque es escuela de pilotos, mecánicos y azafatas". Además "se ha invertido mucho dinero para mejorar y ampliar sus servicios. Pronto podrán aterrizar aviones de seis u ocho plazas, y ello quiere decir que vendrán ejecutivos en aviones taxi, lo que también será beneficioso económicamente para la comarca", añade Palomo.
Los que no lo ven con tan buenos ojos son los vecinos que viven próximos al aeropuerto y los padres que llevan a sus hijos a la escuela Taula Rodona, situada a poco más de 300 metros del lugar en el que el lunes se estrelló la avioneta contra una grúa y murieron sus cuatro ocupantes.
Yolanda Menés lleva a su hija de cuatro años a este centro de educación primaria. El lunes cuando oyó tantas sirenas salió corriendo porque pensó que había pasado algo en la escuela. "Da miedo. Además, siempre estamos igual. Aseguraron que cambiarían de trayectoria y no pasarían por encima de las casas, pero yo no he visto ningún cambio". Esta madre se lamentaba: "A lo mejor harán algo cuando pase alguna desgracia, encima del colegio de mi hija hay otra grúa, ¿tengo que esperar que caiga una avión ahí para que solucionen el problema?".
Victoria Egea trabaja en una agencia de viajes situada a tan sólo una calle del lugar del siniestro. "En verano es impactante porque puedes ver incluso la cara de los pilotos de los vuelos de emergencia, pero asumimos que esto es necesario". Con lo que no está tan de acuerdo Egea es con los aviones de prácticas o de ocio, que pasan constantemente, "sobre todo los sábados y domingos". Cuando se trata de señalar responsables, esta vecina lo tiene claro: "Es una cuestión de dinero y especulación. Si hay un perímetro de seguridad, simplemente no tendrían que construir ahí".
De la misma opinión es el piloto Jordi Mateu. "Si se utilizara el sentido común, no se construiría. Es difícil creer que alguien haya permitido que tan cerca del aeropuerto se construyeran grandes superficies comerciales, a nadie se le ocurre edificar en un paso nivel y después acusar a Renfe". En opinión de Mateu, "la víctima es el aeropuerto, y el culpable, la especulación inmobiliaria". En Estados Unidos, explica este piloto, "ahora se están reabriendo aeródromos que se habían cerrado, ha ganado el derecho de antigüedad y se están expropiando las viviendas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.