El presidente elude valorar el PAI de Rabassa para no "influir" en los técnicos

Las respuestas que ofreció el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, a las preguntas de los portavoces de los grupos parlamentarios en la sesión de control al Consell de ayer en las Cortes quedaron en un segundo plano, pero no se salieron del guión habitual. Es decir, los grupos de la oposición se quedaron sin respuesta. Así le sucedió a Joan Ribó, portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, que le preguntó su opinión sobre el PAI de Rabassa, en Alicante. Ribó dijo que el proyecto está pensado "en beneficio de un señor y no para una ciudad como es Alicante" y preguntó al presidente si en Alicante la planificación del suelo la hace el Ayuntamiento o quienes presentan los programas de actuación, que "son constructores, promotores y especuladores que frecuentemente se esconden detrás de entidades deportivas".

Camps alegó que no podía pronunciarse sobre el plan porque su opinión como presidente del Consell "podría influir de una u otra manera en los técnicos" encargados de velar por el cumplimiento de la ley cuando el PAI sea remitido a la consejería para ser informado, de los que él es "responsable". Acusó a Ribó de actuar como un concejal del Ayuntamiento de Alicante, afirmó que el trabajo de los parlamentarios es otro, como hacer y reformar las leyes y recordó que el Consell ha ofrecido a la oposición la posibilidad de "discutir y consensuar" la reforma de la LRAU.

Otro tanto le pasó al socialista Joan Ignasi Pla, que preguntó a Camps por las medidas que piensa adoptar para reforzar la representatividad de las organizaciones agrarias. El presidente le respondió diciendo que el Consell apoyará a estas organizaciones "ayudándoles de verdad y no engañándoles" como, a su juicio, han hecho los socialistas con el cambio de trazado del trasvase Júcar-Vinalopó.