Myers infla el globo
El lujoso Akasvayu empieza con buen pie y gracias a su escolta remonta ante un errático Madrid
El espectacular y singular proyecto del Akasvayu empezó con buen pie. La receta es vieja. Se gasta un fortunón, se ficha a todo bicho viviente y a ganar se ha dicho. Sólo que esta vez quien la ha puesto en práctica es un modesto club, de una pequeña ciudad, Girona, un equipo que la pasada temporada no descendió por un pelo. Mal le fue la pretemporada pese a los ocho fichajes que hizo. Y mal estuvo a punto de irle en el estreno. Si el globo no se pinchó de buenas a primeras fue por dos razones primordiales. La primera, porque en las filas del Akasvayu sigue Terrell Myers, la segunda porque el Real Madrid, corto de plantilla y de juego, echó por la borda su meritorio trabajo anterior y desperdició ocho puntos de ventaja en los últimos tres minutos (62-70).
AKASVAYU GIRONA 78 - REAL MADRID 74
Akasvayu Girona: Raül López (10), Terrell Myers (24), Kammerichs (7), Thompson (9), Fran Vázquez (4) -equipo inicial-; Salenga (7), Gabriel (12), Udrih (5) y Espinosa (0).
Real Madrid: Sonko (13), Bullock (22), Gelabale (12), Felipe Reyes (9), Hernández-Sonseca (7) -equipo inicial-; Hamilton (2), Marko Tomas (7), Óscar González (0) y Héctor García (2).
Árbitros: Hierrezuelo, Pérez Pizarro y Rosado.
Pabellón de Fontajau. Lleno. 5.677 espectadores.
4º CUARTO 23-13
3º CUARTO 12-22
2º CUARTO 19-23
1º CUARTO 24-16
Myers, un escolta de Connecticut, formado en la Universidad de Saint Joseph y que prosiguió su carrera en la ciudad inglesa de Sheffield, le dio al Akasvayu un triunfo por el que suspiraba por varias razones, entre las más poderosas: avivar las expectativas que ha generado a base de talonario y fichajes de postín y, demostrarse a sí mismo que es competitivo como el que más. El rival, en ese sentido, no podía ser mejor, el campeón, el Real Madrid.
Empezó como un trueno el Akasvayu. Con una inspiración inusual en los triples puso tierra de por medio, con un primer cuarto y medio de libro: 33-19. Pero el Real Madrid, muy superior en el rebote y de la mano de Bullock y Sonko, le dio la vuelta a la tortilla y llegó al tramo final con una ventaja que despilfarró.
La jefatura de Raül López parece indiscutible. Otra cosa son sus inconvenientes físicos, que coartan su velocidad de crucero. Es un base espléndido, tan capaz de mover con mano de seda a su equipo como de resolver una acción por la vía rápida lanzando desde fuera. Pero tanto él como su equipo sufrieron para echarle el lazo a Bullock, cuyo poder resolutivo le solventó buena parte de la papeleta al Madrid tras su flojo inicio. Entre unas cosas y otras, Raül no jugó los minutos finales, en los que el esloveno Udrih ocupó su puesto.
Denota el equipo gerundense una descompensación en la suma total del talento de sus pívots. Es magnífico Vázquez, no perdona en sus reversos y en sus tiritos de tres a cuatro metros Gabriel, Thompson es canela fina. Todo eso está muy bien. Pero entre todos ellos no alcanzan la rocosidad defensiva y reboteadora deseable. Encima, Vázquez puso de relieve el evidente problema que tiene por su tendencia a cargarse de faltas personales. Eso le coartó durante muchos minutos y dejó en inferioridad de condiciones a su equipo. Hernández-Sonseca le ganó la partida en el rebote.
Cierto es que Edu Torres no pudo contar con Roberto Dueñas, lesionado. El concurso del gigante del Barça se antoja vital para el equipo gerundense, teniendo en cuenta las características del resto de sus pívots, muy finos, muy vistosos pero necesitados de mayor contundencia. Por eso Torres fichó a Kammerichs, el alero provinente del Pamesa, que anda fuerte precisamente en los aspectos de los que cojean sus compañeros más altos.
Maljkovic no dispuso en Girona de mucho banquillo al que recurrir. Recién llegado Hamilton, fue el único jugador del que pudo echar mano con alguna posibilidad de que aportara consistencia al quinteto inicial que alineó. Tal y como está la plantilla madridista, las ausencias de Rakocevic y Hervelle, resultaron especialmente trascendentes. El croata Tomas, todavía un poco pez, apunta buenas cosas pero del resto de jugadores apenas hubo noticias. Pero lo peor con diferencia del Madrid fue su errático juego en los minutos finales en los que perdió varias veces la posesión del balón y fue acribillado a triples por Myers, que mantuvo hinchado el globo del Akasvayu.
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