Nace el hijo de Federico de Dinamarca

"No tengo palabras para describir tan extraordinaria experiencia", comentaba a los periodistas el príncipe Federico de Dinamarca al anunciar que su esposa, la princesa Mary, había traído al mundo a su primer hijo. El acontecimiento ocurrió en la madrugada del domingo, con dos semanas de anticipación de la fecha prevista. Cansado, aturdido y feliz como todo padre primerizo, Federico confirmó que tanto la madre como el niño se encontraban bien y que el recién nacido "dormía plácidamente, sin tener idea que lo que le deparará el destino en la vida que comienza". Seguidamente, con palabras y gestos, pasó a describir las características anatómicas del vástago: 51 centímetros de longitud y 3,5 kilos de peso. Y confesó que no pudo contener las lágrimas cuando al final del parto, en el que, según él, prestó ayuda, miró a su primer hijo, futuro rey de Dinamarca. Apenas trascendió la noticia, un ambiente festivo se apoderó de Copenhague y el resto del país. Honores oficiales, 21 cañonazos en los castillos de Kronborg, en Helsingör, y otros tantos en Copenhague, se mezclaron con la alegría popular, que continuó durante el domingo. Mientras, muy lejos de allí, en Australia, país de origen de la princesa Mary, la noticia estaba en la portada de todos los periódicos y la alegría de la gente en la calle. Todavía no se ha decidido el nombre del nuevo vástago pero suenan mucho Christian y John.-