Máxima tensión en la primera visita de Bosnia a Belgrado

Serbia y Bosnia, que se enfrentan mañana por una plaza en el Mundial de Alemania, eran hace más de diez años parte de un mismo país, Yugoslavia. Por eso Blaz Sliskovic, el seleccionador de Bosnia, es de origen croata y ha reunido en su selección a bosnios de origen croata (Barbarez, Bartolovic...) y serbio (Bajic, Grujic, Milenkovic, Grlic...). Por eso las familias de Milosevic y Koroman, los dos jugadores de Serbia, viven en Bosnia. Y por eso los 55.000 espectadores que llenarán el Pequeño Maracaná de Belgrado, 1.500 de ellos en apoyo de Bosnia, serán vigilados por mil policías y agentes de seguridad, además de por 50 cámaras.

Bosnia juega en Serbia por primera vez desde el fin de la Guerra de Yugoslavia. De ahí las medidas de seguridad: 550 seguidores bosnios viajarán en autobus, escoltados por la policía bosnia hasta la frontera. Desde allí, dependerán de la policía serbia. La expectación es máxima. "Todo Belgrado debe respirar como una sola persona mañana para que los bosnios se den cuenta de a qué se enfrentan", avisó el serbio Kezman, del Atletico. En el lado bosnio no lo tienen tan claro: "Vamos a Serbia con la convicción de que podemos ganar. No me sorprenderá si lo logramos", dijo Sliskovic, el seleccionador bosnio. "Bosnia va a tener suerte y va a ganar el miércoles", coindió Bolic, delantero de Bosnia, ex jugador del Rayo Vallecano. "Será difícil pero nosotros tenemos opciones de ser segundos". Mientras los jugadores intentan no encender los ánimos, la prensa ya ha prendido la mecha: "¿Quién es el siguiente?, ¿Bosnia?", se preguntaba el deportivo serbio Sportski zurnal. "Sí, Bosnia será la siguiente en clasificarse para el Mundial", contestó el Oslobodjenje bosnio, que reprochaba a los serbios que omitan Herzegovina al nombrar a su selección: "Eso sería igual que olvidar Montenegro en Serbia. En esa selección cada día hay menos serbios. Kezman es de origen esloveno, Vukic, croata y Milosevic, bosnio".