La policía cierra una de las principales estaciones de tren de Nueva York por una sustancia sospechosa
La presencia policial en la estación de tren de Pensilvania, el segundo mayor punto de acceso a la isla de Manhattan, era grande en la mañana de ayer después de que se alertara de la presencia de una sustancia potencialmente tóxica cerca del despacho de billetes del operador ferroviario Amtrak. Al final, todo resultó ser una broma de mal gusto, pero pone de manifiesto la psicosis que reina entre las autoridades locales, que aseguran disponer de información de inteligencia creíble sobre una amenaza específica contra su extensa red de metro.
La sustancia sospechosa, que obligó a cerrar parte de la estación durante más de dos horas, estaba dentro de una lata de refresco. Cuatro agentes vestidos con trajes especiales anticontaminantes analizaron el material y determinaron que no era peligroso. A mediodía volvió la normalidad y los trenes recuperaron su ritmo habitual, mientras el dispositivo policial se hacía notar en las principales estaciones de metro de la ciudad. Otro incidente se vivió en la estación Market East, en Filadelfia.
Los servicios de inteligencia de Nueva York insisten en que disponen de información sobre un próximo ataque terrorista en EE UU. Las distintas filtraciones hablan de un atentado en un plazo de dos semanas contra la red de metro de la ciudad de los rascacielos, utilizando la misma técnica que en los atentados de Madrid y Londres. Un extremo que el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se niega a confirmar porque dice que la información es clasificada.
"Haremos lo posible para proteger la ciudad, no importa el coste ni los recursos que haya que movilizar", dijo Bloomberg.
Los propios neoyorquinos son los más convencidos de que su ciudad, y en concreto su red de transporte, es objetivo terrorista tras la tragedia vivida el 11-S, y por eso la policía de Nueva York se toma cualquier información en serio, como explicó el comisario jefe, Ray Kelly. Pero la acción está causando polémica a raíz de que el Departamento de Seguridad Interior resta dramatismo a la amenaza.
El presidente Bush evitó ayer decir que las autoridades neoyorquinas estén reaccionando con exceso ante esta supuesta nueva amenaza terrorista contra su red de metro. "Nosotros le pasamos la información de inteligencia y ellos toman las decisiones. Pensaron que era lo necesario", afirmó. Tras los ataques del 7-J en Londres, Nueva York reforzó su dispositivo de seguridad en el metro con registros sorpresa. El anuncio de la nueva alerta coincide con la recta final de las elecciones a la alcaldía de Nueva York, que se celebran el próximo 8 de noviembre y en las que Bloomberg intenta revalidar su puesto frente al demócrata Fernando Ferrer y el independiente Thomas Ognibene. La tarde en la que se activó el dispositivo de seguridad se celebraba el primer debate televisivo entre ellos, al que faltó el actual alcalde.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.