El principal asesor de Bush testificará a riesgo de ser procesado
La decisión de Karl Rove de volver a testificar en el caso Valerie Plame, aun a riesgo de ser procesado, constituye una fuerte apuesta de la Casa Blanca, que mantiene que ese asesor de George W. Bush no hizo nada erróneo. Según informaron ayer medios locales, el fiscal del caso aseguró en una carta a Rove que acepta su solicitud de declarar, pero que no puede garantizar que no vaya a ser acusado formalmente.
El hombre de confianza del presidente reaparece en escena justo una semana después de que la periodista de The New York Times Judith Miller fuese excarcelada tras haber aceptado declarar ante el jurado que investiga quién filtró a la prensa el nombre de la agente de la CIA Valerie Plame. Revelar la identidad de un espía puede ser un delito en EE UU, siempre y cuando se haya hecho "a sabiendas".
Patrick Fitzgerald, el fiscal que instruye el caso, decidió aceptar la propuesta de Rove en el último momento, según publicaban ayer los medios locales, que indican que el asesor político solicitó en julio pasado volver a comparecer ante un jurado ante el que ha comparecido ya en tres ocasiones.
Randall Samborn, portavoz de Fitzgerald, dijo que no podía confirmar o desmentir si fue Rove quien pidió testificar o Fitzgerald el que requirió su presencia. Sea como sea, la nueva comparecencia del hombre de confianza de Bush pone de manifiesto el papel clave que juega en el caso Plame.
Robert Luskin, abogado de Rove, ha querido quitar hierro al asunto al asegurar que su cliente no ha recibido ninguna carta del fiscal comunicándole que sea "un blanco" de la investigación, un paso generalmente anterior a la presentación de cargos. John Siffert, un abogado del bufete neoyorquino Lankler, Siffert & Wohl, aseguró, en declaraciones publicadas por Financial Times, que uno de los motivos por los que un testigo puede volver a solicitar su comparecencia es para retractarse de algún testimonio anterior.
Según el abogado, la retractación podría hacer más difícil que, en caso de acusación formal, el jurado concluya que el acusado actuó intencionadamente al ofrecer falso testimonio. El cambio de testimonio también evitaría una acusación por perjurio, es decir, testimonio falso bajo juramento.
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