Triunfo cantado

Evocación, sui géneris, del Concurso de Granada de 1922. Se reconstruye, más o menos, la época, pero el cante de Estrella Morente sólo es de Pastora Pavón en una pequeña parte. Pero dejando aparte estas pequeñas cosas, digamos que el espectáculo es importante, un magnífico escaparate para el arte de Estrella Morente.

Quien canta mucho y bien. También se apunta algún baile. Su presencia es casi permanente en el escenario, sometiéndose a un verdadero esfuerzo, ya que constantemente está activa. Hace canción y cante de manera sobresaliente. Personalmente, me chocó su siguiriya, pues sobre todo al principio la fragmenta demasiado, pero es un punto de vista nada más, porque pese a eso la canta con brillantez. Como la malagueña y el resto de los cantes que hizo.

Estrella demostró hallarse en un momento muy especial de su carrera, cantando totalmente entregada. Hizo con su voz verdaderas locuras, buscando ante todo un triunfo personal que obtuvo largamente, a juzgar por los aplausos que tuvo a lo largo del espectáculo y luego, al final, cuando hubo de saludar repetidamente.

Fue un triunfo que estaba cantado, y en el que la actuación de Estrella se tornó decisiva pero no excluyente de la labor de otros artistas. En esta ocasión, Tomatito, como artista invitado, acompañó también brillantemente a la cantaora. Además, los cantaores y guitarristas, el cuadro que evocaba el año 1922 y el Grupo de Laúdes de Albaicín. Todos tuvieron ocasión de lucirse y la aprovecharon holgadamente.

En cualquier caso, estamos ante un espectáculo no habitual en los ambientes flamencos, en el que Estrella Morente ha pretendido hacer algo distinto, fuera de lo común y fuera de lo vulgar. Hubo irregularidades, pequeños fallos en el desarrollo del mismo, pero, obviamente, se solventarán cuando el espectáculo esté más rodado.