Júlio Quaresma muestra el cuerpo como vehículo de comunicación en el IVAM
El artista y arquitecto portugués Júlio Quaresma presentó ayer en el IVAM su exposición Mare Nostrum, compuesta por 24 lienzos y una instalación de vídeo, que reflexionan sobre el cuerpo humano como vehículo de comunicación, como espacio espiritual, carnal y también de los conflictos bélicos que han marcado la actualidad, como la guerra de Irak. La muestra se podrá ver hasta el 15 de enero en la sala de la muralla, que funciona a modo de metáfora del Mediterráneo, como mar que separa dos sociedades.
La exposición que está comisariada por la directora del IVAM, Consuelo Ciscar y la directora del Museu da Agua de Lisboa, Margarida Ruas, y patrocinada por Cyes, constituye la primera muestra del artista portugués en un museo español. Mare Nostrum aborda "los problemas existentes en torno al Mediterráneo como espacio multicultural de relaciones y crisol de comunicación", al tiempo que representa un "espacio de conflictos y de incomprensión a causa de la relación entre las diferentes religiones", señaló Ciscar.
El artista reconoció su interés por "el cuerpo humano, como vehículo de comunicación", y su necesidad de "integrar espacios, gestionando los elementos más esenciales". Explicó que se trata de un interés "estético", pero sobre todo "filosófico", porque "tiene que ver con lo que los hombres aportan". Margarida Ruas dijo que la obra de Quaresma es "una síntesis de la religiosidad y de la espiritualidad absoluta, del blanco puro de la inocencia que emerge de la disidencia, y de la antonimia de todos los contrarios que configuran la armonía conquistada después del gran combate".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.