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Reportaje:

50 años del primer hospital del Seguro

El complejo sanitario de Vall d'Hebron, el de mayores dimensiones de Cataluña, fue inaugurado por Franco en 1955

La historia del complejo hospitalario de Vall d'Hebron de Barcelona es la historia de la sanidad pública catalana. Un repaso a los 50 años de vida de esta gran ciudad hospitalaria revela las claves del paso del modelo asistencial del franquismo, basado en el Seguro Obligatorio de Enfermedad, al actual sistema sanitario público catalán, considerado modélico, que ha hecho de Vall d'Hebron el mayor complejo hospitalario de Cataluña y uno de los más punteros de España.

Fue el 5 de octubre de 1955 -el centro celebra estos días su medio siglo de existencia- cuando el general Francisco Franco inauguraba -junto al entonces ministro de Trabajo, José Antonio Girón de Velasco- el hospital en una visita a la capital catalana en la que también cortó la cinta inaugural de la fábrica de automóviles Seat en la Zona Franca y entregó las llaves de 4.000 pisos de la Obra Sindical del Hogar. El nuevo hospital barcelonés era el primero del Seguro Obligatorio que se construía en España y el hecho de que se hiciera en Barcelona y no en Madrid dio pábulo a las malas lenguas que argumentaban que el régimen quería evitar en la capital española un posible fracaso de su nuevo modelo sanitario. Y lo cierto es que el nuevo centro hospitalario tuvo un comienzo difícil.

Aunque dotado de instrumental médico insólito en los centros sanitarios de la época en España, el nuevo hospital, conocido como Residencia Sanitaria Francisco Franco, tenía una organización y gestión centralista y burocrática que hizo que su rendimiento asistencial y científico fuera muy bajo. Y escasa fue también la confianza que la población depositó en él. No fue hasta 1968, con la incorporación del doctor Agustí Pedro Pons, cuando se sentaron las bases del hospital moderno y funcional que acabaría triunfando: se jerarquizó la plantilla de médicos y se organizó la asistencia en servicios y secciones de especialidades. Con la transición democrática, el complejo sanitario no sólo cambió de nombre. "En su momento se vio como un hospital del régimen. En 1975 inició su consolidación como hospital universitario y se convirtió en uno de los grandes. Es un equipamiento esencial para la ciudad", asegura José Cuervo, que durante seis años fue gerente del centro, hoy perteneciente al Instituto Catalán de la Salud.

Al primer edificio fueron sumándose nuevos centros especializados, entre ellos el de Traumatología y el Materno-Infantil. El jefe de la unidad de Oncología Clínica, Josep Baselga, llegó al centro para estudiar la carrera y hacer la residencia, y sigue vinculado a él. Baselga resume así la vida de Vall d'Hebron: "Fue el primer hospital del sistema de la Seguridad Social, recogió el boom de la natalidad y ahora es el segundo del Estado en actividad".

Vall d'Hebron es hoy sinómimo de grandes cifras: una plantilla de 6.300 profesionales, 1.400 camas, 61.000 altas anuales, 42.000 intervenciones quirúrgicas, 404.000 estancias y 245.000 visitas al servicio de urgencias (con una media de 670 diarias). Y según destacó ayer su gerente, José Luis de Sancho, Vall d'Hebron es también sinónimo de calidad asistencial e investigadora, y de hitos en la historia de la sanidad española: en 1970 se practicó en el centro la primera hemodiálisis pediátrica de España, en 1990 se realizó el primer trasplante unipulmonar, y en 1985, el primer trasplante de hígado. "Si algún niño tiene algo complicado, hay que llevarle a Vall d'Hebron. La cultura pediátrica viene de su inauguración", señala el jefe de Cirugía Pediátrica, Vicenç Martínez Ibáñez.

Un centro descapitalizado

Cincuenta años de vida son muchos para un hospital si no se invierte lo suficiente para modernizar las instalaciones y adecuarlas constantemente a las nuevas necesidades asistenciales. José Luis de Sancho, nombrado gerente de Vall d'Hebron con la llegada del Gobierno tripartito a la Generalitat, lamentó ayer la "descapitalización" que este hospital sufrió durante años y anunció un plan de rehabilitación por valor de más 200 millones de euros hasta 2010. La nueva unidad para el abordaje integral del cáncer de mama figura entre los proyectos estrella del plan. En él se incluyen también un nuevo servicio de urgencias, una nueva unidad de psiquiatría, un planta de cirugía con 19 quirófanos y la implantación de un programa de medicina nuclear.

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