Los alumnos andaluces se sitúan a la cola de España en la práctica de deporte

El deporte en edad escolar es un fracaso". Con estas palabras, el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla (USE), Santiago Romero, apunta algunas de las conclusiones de diversos estudios que colocan la práctica del deporte escolar en Andalucía a la cola de la media nacional. Aunque matiza que las investigaciones "aún no han finalizado", sí afirma que los datos elaborados hasta el momento y que comparan la actividad física en el ámbito escolar andaluz con el de otras comunidades autónomas "no son satisfactorios porque estamos muy por detrás de regiones como Cataluña o País Vasco".

Si los planes de estudio recogidos en la legislación vigente establecen la obligatoriedad de practicar actividad física entre dos y tres horas semanales en educación Primaria y Secundaria obligatoria, en la práctica este periodo de tiempo se ve reducido. La escasez de infraestructuras en los centros educativos y la falta de concienciación social sobre esta materia, que tradicionalmente ha sido contemplada en un segundo plano por alumnos, padres e, incluso, el propio sistema escolar, parecen ser algunas de las causas. Y si este índice de actividad física se compara con el del resto de escolares europeos, quienes dedican al deporte una media de entre 3 y 5 horas a la semana, "es razonable que los alumnos de Primaria sean los que presenten una mayor tasa de sedentarismo y obesidad", añade Romero.

Por ello, desde las escuelas de Magisterio, con los profesores de educación física a la cabeza, se reivindica y defiende la profesionalidad de estos especialistas. Un ejemplo del auge y la importancia de la educación física en la formación escolar es la implantación, por primera vez este curso, del segundo grado de educación física en la Facultad de Educación de la USE. Hasta el momento, en Andalucía sólo existía la diplomatura de maestro en la especialidad de Educación Física y la licenciatura de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Granada. "Se trata de un avance muy importante porque hemos conseguido abrir una nueva licenciatura que durante largo tiempo ha estado muy restringida. Muchos universitarios andaluces se han visto obligados estudiarla fuera de Andalucía y, en numerosas ocasiones, en centros privados", explica el decano de la USE.

Sin embargo, y a pesar de los avances conseguidos en los últimos años, las especialidades de magisterio están siendo cuestionadas en la configuración del nuevo mapa de titulaciones superiores en Europa. "Cuando nos enfrentamos a una reforma educativa, la educación física es la que siempre se pone en entredicho junto a materias como los idiomas o la música. Ahora parece que se quiere volver al maestro generalista de los años cincuenta, que vale para todo", lamenta Romero.

Como la mayoría de los profesores de educación física, Romero considera una "contradicción" que, por un lado, se esté alertando sobre enfermedades que tienen su origen en el sedentarismo y la mala alimentación, y que por otro, se quiera prescindir de una materia que enseña hábitos saludables desde edades tempranas con el objetivo de prevenir comportamientos y conductas que pueden acarrear problemas en un futuro. "La sociedad está tomando conciencia de la necesidad de moverse como la mejor receta. Sin embargo, todavía hay padres que consideran que la formación y actividad física de sus hijos es algo secundario", insiste el decano de la USE.

Para mejorar esta situación y proporcionar una mayor calidad en la formación de los alumnos, Romero insiste en la necesidad de "conectar" las clases reguladas de educación física con aquellas actividades extraescolares que pueda ofrecer el centro, y que pasa por la coordinación e implicación de los maestros de educación física. En este sentido, resalta cómo los centros concertados y privados suelen utilizar sus infraestructuras y el deporte extraescolar como un reclamo de distinción, "algo que dice mucho del tratamiento de la educación física en los centros públicos".