Grandes figuras del teatro, la música y la danza conquistan los escenarios madrileños
Serrat abrirá el certamen, en el que estarán Complicite, Nekrosius y Goebbels, entre otros
"Es un festival ecléctico y ha sido muy difícil reunir la constelación de estrellas que acuden, aunque algunas no sean conocidas en España". Así habla Ariel Goldenberg, director del 22º Festival de Otoño de Madrid, que se celebrará del 6 de octubre al 6 de noviembre. Joan Manuel Serrat, Goran Bregovic, la Comédie-Française, Jérôme Savary y la Schaubühne de Berlín serán algunas de las estrellas del certamen, en el que también estarán grandes figuras como Eimuntas Nekrosius, Yann Tiersen, Heiner Goebbels, Dan Jemmett, Simon McBurney y su grupo Complicite, y Elza Soares.
100 x 100 Serrat es el espectáculo con el que el cantante catalán inaugurará este año en el teatro Albéniz la 22ª edición del Festival de Otoño, en la que se da una programación compuesta por joyas desconocidas por el gran público pero admiradas por especialistas y expertos. Junto a ellas, valores seguros que nos sumergen en el legado artístico mundial, sin olvidar a los nuevos dioses escénicos.
En el terreno de la música, habrá un ciclo en el que participarán Yann Tiersen, autor de la música de la película Amelie y uno de los que primero vendió casi todas sus entradas, así como Elza Soares y el alasko-argentino Kevin Johasen. El público más joven podrá sentirse atraído por el ciclo musical denominado Sesiones transgénicas, con las actuaciones musicales de los españoles Racalmuto, Dead Capo y Dwomo.
En cuanto a teatro musical, está el espectáculo Vida de artista, del director Jérôme Savary, que actúa junto a su hija Nina, y la Karmen de Goran Bregovic
Del continente americano llegan varias propuestas; el grupo brasileño Macunaíma estrenará en Europa su montaje de Antígona, de Sófocles, marcado por la estética de su director Anthunes Filho; el director y autor argentino Rafael Spregelburd, con la puesta en escena de La estupidez, una obra sobre la fragilidad de la inteligencia en los tiempos que corren; los estadounidenses Caden Manson/Big Art Group recrean vistosamente un crimen en House of no more.
También forman parte de la programación las marionetas Ningyo Johruri Bunraku de Osaka (Japón), obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad desde 2003.
La Schaubühne de Berlín, una de las compañías más reconocidas del mundo, trae un experimento teatral. Por un lado, Nora, de Ibsen (teatro de la Resad del 3 al 5 de noviembre), y además su director, el prestigiado Thomas Ostermeier, ha dado una vuelta de tuerca y ha montado Wunschkonzwert (Concierto a la carta) (teatro de La Abadía del 4 a 6 de noviembre), de Franz Kroetz. La obra es la continuación, 20 años después, de Nora. Da tiempo a ver los dos espectáculos.
Basado en textos de Elias Canetti está Eraritjaritjaka, de la compañía Théatre Vidy de Lausanne, con dirección del compositor Heiner Goebbels (teatro de la Zarzuela del 13 al 16 de octubre), donde el actor André Wilms crea una confrontación entre la música, el público y él mismo.
Otras interesantes propuestas se pueden encontrar en la poesía visual de Philippe Genty; la versión teatral de Celebración (Festen), de Thomas Vinterberg y Mogens Rukov, la puesta en escena de textos de Fabrice Melquiot o Enzo Cormann, o la interpretación de Juan Diego en El pianista, de Vázquez Montalbán.
La danza, cuya presencia, al igual que la música, es menos rotunda en esta edición del Festival de Otoño, llegará de la mano de ocho compañías, algunas de primer nivel mundial, como DV8 Physical Theatre; Jose Nadj, que bailará con Dominique Mercy, bailarín y asistente artístico de Pina Bausch; Montalvo-Hervie, con nuevas coreografías; y los belgas Les ballets C. de la B.
Como es habitual en esta muestra, también hay una programación en numerosos teatros de la Comunidad de Madrid.
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