El PP impide que Megino lleve a pleno el convenio para hacer una gran superficie

Las desavenencias entre PP y GIAL, los socios de gobierno en el Ayuntamiento almeriense, se volvieron a poner de manifiesto ayer en la Comisión de Urbanismo. Tres concejales del PP impidieron, con su voto a favor de la retirada del punto, que la propuesta para construir una nueva superficie comercial en el barrio de Torrecárdenas de la capital se lleve la semana próxima a pleno. El convenio entre el Ayuntamiento y la promotora, presentado por el concejal de Urbanismo, Juan Merino, quedó ayer aparcado.

El PP justificó su postura en la necesidad de contar con más tiempo para estudiar el proyecto. El socio de gobierno de Megino echó para atrás la propuesta del concejal por considerarla precipitada con los votos de los ediles José Luis Aguilar, Pablo Venzal y Joaquín Aynat. También se sumó el voto de la concejal del grupo mixto (y ex militante de GIAL), Pilar González Pradas para retirar el punto del orden del día.

El área comercial que se quiere construir en el barrio de Torrecárdenas tiene una extensión de más de 100.000 metros cuadrados. Según Megino, el PP conocía el convenio desde febrero y contaba con el visto bueno del alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.

Sin embargo, la sorpresa saltó en la comisión de urbanismo cuando el portavoz del grupo popular, José Luis Aguilar, intervino para solicitar la retirada del punto en el orden del día. PSOE e IU se abstuvieron en la votación. Para GIAL, el acuerdo alcanzado entre promotor y Ayuntamiento es "muy ventajoso", ya que permitiría construir viviendas de protección en 30.000 metros cuadrados, viales y reportaría unos ocho millones de euros a las arcas municipales.

Juan Megino aseguró ayer en declaraciones a Canal Sur que, a pesar de los desencuentros, el pacto de gobierno no está en peligro. "Ha habido algunas controversias que felizmente se han resuelto y yo espero que esta se resuelva porque es un buen convenio. El pacto está funcionando bien. Ha habido momentos puntuales en donde ha habido diferencias, pero eso es normal", justificó el edil.

El portavoz adjunto del grupo socialista, Joaquín Jiménez, considera que lo ocurrido evidencia la descoordinación entre PP y GIAL. "No ha sido la primera vez que ocurre algo así en una comisión de Urbanismo. Pasó con la Ciudad Digital, con los estatutos de la Gerencia Municipal de Urbanismo y ahora con este convenio urbanístico. Nos llama la atención que el equipo de gobierno no consensúe estas cosas antes de llevarlas a votación", dijo Jiménez.

Criterio comercial

Los socialistas pidieron al equipo de gobierno que definan el criterio comercial que quieren aplicar en Almería, toda vez que existen cuatro propuestas comerciales de gran superficie en la ciudad: la parcela comercial de El Toyo, la rambla Federico García Lorca, el convenio del colegio La Salle con El Corte Inglés y esta última propuesta del barrio de Torrecárdenas. "¿Qué quiere hacer este equipo de gobierno con las superficies comerciales de la ciudad de Almería? ¿Están teniendo en cuenta la presión demográfica para que sea ajustada a criterios de normalidad?", remachó Jiménez.

El concejal de Izquierda Unida, Diego Cervantes, reclamó un golpe de autoridad por parte del alcalde: "La cuestión es que el señor Megino ha hecho una propuesta y el Partido Popular se la ha hundido con sus votos. Nosotros estábamos atónitos viendo la descoordinación que existe en el equipo de gobierno. Aquí no manda nadie, el alcalde ni está ni se le espera", aseguró Cervantes.

Lo ocurrido ayer en la Comisión de Urbanismo es un capítulo más del desencuentro que escenifican PP y GIAL en las últimas comisiones de urbanismo. Y es que semanas atrás, la concejal de Recursos Humanos, Rebeca Gómez (PP), también le puso peros a los estatutos de la Gerencia Municipal de Urbanismo presentados por Megino y condicionó su voto favorable a que el área que dirige el concejal de Urbanismo hiciera unos cambios en el capítulo de Personal.

En la comisión celebrada ayer también se aprobó sacar de nuevo a subasta la parcela comercial de El Toyo con un precio de partida de 13,5 millones de euros.