Los especialistas destacan la importancia del tratamiento psicológico en el cáncer de mama

La vertiente psicológica es uno de los aspectos que se tienen cada veza más en cuenta en la atención de los pacientes de cáncer frente a la tendencia de patologizar el tratamiento y centrarse en la atención clínica del tumor en sí. Y entre todos los tumores, el de mama se encuentra en cabeza. "Es el tumor en el que más difícil es adaptarse a la enfermedad y el que más problemas provoca en el ambiente familiar", apunta Elena Ibáñez, catedrática de Psicología de la Personalidad de la Universidad de Valencia y co directora del encuentro La mujer ante el cáncer de mama: aspectos psicológicos que esta semana se celebra en la sede de Valencia de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo.

"Una intervención psicoterapéutica individual o grupal reduce la ansiedad"

"Afecta a la imagen corporal, no sólo por la calvicie, los problemas en la piel o la fotosensibilización que puede ser más o menos común en el resto de tumores", sino por el hecho de afectar a la mama, "lo que, ante una posible extirpación, hace a muchas pacientes sentirse menos mujeres ante lo sobrevalorada que está la mama en la sociedad contemporánea".

Quizás por ello sea este tumor el que mayores esfuerzos ha concentrado desde la psicología "en el caso del departamento de picología de la personalidad de la Universidad de Valencia desde 1982", apunta Ibáñez, quien destacó la importancia de los programas psicoeducativos en la atención de los enfermos tras el tratamiento. "Cuando acaban la quimioterapia muchos de los pacientes se encuentran abandonados por los médicos", apunta la catedrática en psicología, "y hay enfermos que se deprimen" ante esta circunstancia, es importante "educar al enfermo" respecto a cambio de hábitos -reincorporarse a la vida social, hacer ejercicio- de forma que sienta que "recupera la capacidad de control sobre su vida" y combate la depresión y la ansiedad.

En esta línea, el coordinador de la Unidad de Psico-Oncología del Hospital Duran i Reynals del Instituto Catalán de Oncología, Francisco Gil, en su conferencia inaugural Repercusiones psicológicas del consejo genético, avanzó que los avances en genética molecular han abierto la posibilidad de "detectar mutaciones genéticas que predisponen a desarrollar cáncer de mama". Gil señaló que "una intervención psicoterapéutica individual o grupal reduce los niveles de ansiedad, las preocupaciones por desarrollar cáncer, los síntomas depresivos y la afectación por las pérdidas afectivas previas". "Este tipo de intervención psicológica", explicó, "requiere un abordaje ecléctico, incluyendo técnicas cognitivo-conductuales para abordar ideas intrusivas en la relación al riesgo de desarrollar cáncer, técnicas interpersonales para atender a las perdidas afectivas, terapia familiar y técnicas de terapia existencial para manejar temas como la incertidumbre, mortalidad e identidad".