El juez envía a Bouchar a la cárcel de Soto por pertenencia a banda armada y 191 asesinatos
El terrorista, recién aterrizado en Madrid desde Belgrado, declarará durante esta semana
El marroquí Abdelmajid Bouchar, el terrorista del 11-M detenido en Serbia hace más de dos meses, llegó ayer a la base aérea de Getafe (Madrid) en un avión militar procedente de Belgrado. Nada más tocar suelo español, fue conducido a la presencia del juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, que decretó su prisión incondicional e incomunicada, bajo las acusaciones, entre otras, de pertenencia a banda armada y 191 asesinatos, tantos como se cometieron en los ataques simultáneos a los trenes del 11 de marzo de 2004.
El recadero del comando que perpetró la matanza aterrizó sobre las cuatro de la tarde en la base militar, hasta donde voló escoltado por cuatro agentes de Interpol de la Dirección General de la Policía.
La entrega se produce en virtud de una orden internacional de detención dictada por la Audiencia Nacional, y una vez que concluyeron en Belgrado todos los trámites para su extradición, incluido el rechazo de su postrer recurso ante el Tribunal Supremo serbio.
Esposado con unos grilletes de cinta plástica y portando una bolsa negra con efectos personales, fue bajado del avión e introducido, fuertemente custodiado, en un convoy policial.La caravana se dirigió hacia la Audiencia Nacional, donde le esperaba el juez Del Olmo para comunicarle los delitos de los que se le acusaban. Tras celebrarse la comparecencia prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (vistilla), el juez decidió la prisión incondicional e incomunicada de Abdelmajid Bouchar. Inmediatamente fue conducido a la prisión situada en la localidad de Soto del Real (Madrid).
El juez lo acusa de pertenencia a banda armada, 191 asesinatos, otros 1.800 en grado de tentativa (por todos los heridos de los atentados de Madrid), cuatro delitos de estragos y tenencia de explosivos.
Los investigadores de la Comisaría General de Información y el juez Del Olmo entienden que Bouchar, que el 3 de abril de 2004 escapó a la carrera del piso de Leganés tras avisar a sus compañeros de que estaban rodeados por la policía, pudo tener una intervención "decisiva" en la masacre gracias a sus contactos y "estrechas relaciones" con los demás implicados. "Se cree que el extraditado realizaba labores de aprovisionamiento para la vivienda de Leganés", asegura una nota de la Dirección General de la Policía divulgada ayer. El comunicado precisa que Bouchar, de 22 años, "fue detenido el 23 de junio de 2005 por la policía serbia por violar las leyes de extranjería de aquel país, portando una documentación iraquí falsa en la que se identificaba como Midhat Salah".
El juez tiene previsto tomar declaración a Bouchar, natural de la región marroquí de Kenitra, a lo largo de esta semana. Inicialmente se espera que se acoja a su derecho constitucional a no declarar y que niegue los hechos que se le imputan, como han hecho otros de los detenidos. En el caso de que hable, la información que puede proporcionar sería "importantísima para las investigaciones", según aseguran fuentes policiales.
El juez llama a Manolón
Por otro lado, el jefe del Grupo de Estupefacientes de la Policía Judicial de Avilés (Asturias), Manuel García Rodríguez, ha sido llamado para volver a declarar por el juez Juan del Olmo. García Rodríguez, conocido entre sus compañeros como Manolón, es el agente del que era confidente José Emilio Suárez Trashorras, que actualmente se encuentra imputado en prisión, acusado de haber suministrado los explosivos al comando que perpetró la matanza de Madrid., informa Europa Press.
Asimismo, el instructor del sumario del 11-M tomará declaración a otras personas relacionadas con el suceso de Asturias en el que se produjo la adquisición de los explosivos que usaron los terroristas en los atentados del 11-M en Madrid.
Antes de tomar declaración a García Rodríguez, el juez Del Olmo hará lo propio el lunes con Rachid Aglif, en prisión desde abril del pasado año, fecha en la que quedaba en libertad Rachid Rousafi tras comparecer ante el magistrado. Ambos han pedido voluntariamente que se les permita ampliar frente al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 sus declaraciones anteriores. Según el juez que lleva el caso, la importancia de Rachid Aglif en el proceso radica en que fue una de las primeras personas que contactó con los confidentes Trashorras y Rafa Zouhier a finales de 2003 para conseguir explosivos.
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