"Veo las industrias en desuso como una oportunidad"
El arquitecto Celestino García (Mieres, 1945) es uno de los autores de La arquitectura de la industria, 1925-1965, publicado este año por la Fundación DoCoMoMo (Documentación y Conservación del Movimiento Moderno) Ibérico. El catálogo recoge 165 edificios de esa corriente de España y Portugal. Del libro y de fábricas habló recientemente en San Sebastián.
Pregunta. ¿Qué pasa con la fábrica?
Respuesta. La fábrica provocó primero rechazo, pues se impuso violentamente sobre territorios y culturas que destrozó. Luego, sobre los años 20, suscitó entusiasmo, convertida en paradigma del progreso. Ahora estamos en la fase de la nostalgia.
Ha quedado en muchos casos inservible y nos preguntamos qué hacer con ella.
P. ¿Qué papel juega la arquitectura en esas fases?
R. En los años 20 surge el Movimiento Moderno, una arquitectura que encuentra en la fábrica su razón de ser. Se era moderno si se asumía la industria como un factor fundamental de la vida. Después se vio que no es oro todo lo que reluce.
P. Pero apuesta por conservar esos antiguos edificios industriales.
R. Veo esos edificios con ojos de arquitecto, no de arqueólogo. Me interesan como lugares a los que dar nuevas funciones, no sólo por conservar.
P. ¿En las decisiones de conservación influyen mucho los intereses políticos, económicos, urbanísticos,...?
R. En qué no. Muchas industrias se han quedado en el centro de las ciudades y son muy apetecibles. La cuestión es hacer confluir distintos intereses. Si se ve una industria en desuso como algo que obstaculiza un cierto desarrollismo, es un incordio, pero hay que verla como una oportunidad para generar nuevos espacios culturales, lúdicos,...
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