Grecia contra el déficit

La economía griega se enfrenta a un proceso de ajuste financiero que busca reducir el elevado déficit público. Durante este año se ha intentado reducir el peso del Estado y se ha combatido la evasión fiscal. No obstante, estos esfuerzos son insuficientes, ya que siguen pendientes las reformas al sistema tributario y un plan de privatizaciones que consolide el crecimiento económico del país.

Karamanli ha prometido acelerar la venta de empresas públicas como el aeropuerto internacional de Atenas o los puertos estatales

Durante los últimos cinco años, el déficit público de Grecia ha rondado el 2% del PIB y cerró el año pasado en un 6,1%

Grecia ha crecido un 3,7% durante el segundo trimestre. Con ello se mantienen los pronósticos de mantener un alza del PIB cercano al 4%. Los últimos informes de la OCDE y el FMI hablan de un crecimiento robusto con una inflación controlada y un mercado laboral relativamente estable, aunque advierten de que difícilmente se podrá consolidar un desarrollo a largo plazo si no se solucionan los históricos problemas de desequilibrio en las cuentas públicas.

Durante los últimos cinco años, el déficit público de Grecia ha rondado el 2% del PIB y cerró el año pasado en un 6,1%. Conscientes de este problema, el Ejecutivo dirigido por Costas Karamanlis realizó una auditoria al Estado durante el año pasado, que indicó que, desde 1997, el déficit público había sido subestimado en casi dos puntos porcentuales. En estos momentos, el país es uno de los miembros de la OCDE con una de las deudas más altas, cercana al 100% del PIB.

Tras esta revisión de cuentas, el Ejecutivo, que acaba de cumplir 18 meses en el poder, se comprometió con la eurozona a centrar todos sus esfuerzos en un plan de estabilización que redujera el déficit público y la deuda. Las cifras demuestran que, hasta el momento, el ajuste ha sido exitoso. Los últimos datos entregados por el ministro de Economía al FMI señalan que el déficit cerrará en un 3,6% este año, y un 3,8% y un 4,2% respectivamente, en el periodo 2006-2007.

Dentro de este plan de estabilización se incluyó el recorte del sector público, la privatización de algunas empresas estatales y la reforma del sistema tributario y laboral. Después de un año, este plan de reformas no se ha cumplido completamente. Los analistas advierten de que estos cambios han debido ser compatibilizados con la factura de los Juegos Olímpicos de Atenas, una cuenta de unos 13.000 millones de euros. El PIB griego supera los 200.000 millones de euros.

En los últimos meses, el Gobierno ha intentado reducir el peso del Estado y buscar ingresos adicionales. Ha recortado el gasto militar a un 3% del PIB desde el 4% actual, se ha combatido la evasión fiscal investigando más de 4.000 casos puntuales y se han anunciado las primeras modificaciones al régimen tributario para 2007. La idea de la Administración es introducir una tasa de 25% para el impuesto a las personas y elevar de un 25% a un 35% los impuestos a las empresas. También se tiene presupuestado modificar los límites máximos y mínimos para pagar impuestos.

No obstante, aún quedan pendientes los cambios en el IVA. La Administración evaluó subirlo desde un 18% al 19%. Sin embargo, el ministro de Finanzas ha señalado hace pocas semanas que un cambio de este tipo no tendría un efecto considerable en las cuentas. Los analistas señalan que la decisión considera el posible efecto negativo en el consumo, uno de los motores del crecimiento griego, que podría tener una subida de los impuestos indirectos.

La otra gran tarea pendiente es el plan de privatizaciones de empresas estatales. En su último discurso ante la asamblea anual de empresarios, Karamanlis prometió acelerar la venta de empresas públicas como el aeropuerto internacional de Atenas, puertos estatales y el Emporiki y Agricultural Bank. Estos dos últimos en medio de profundas reestructuraciones. El jefe de Gobierno también se propuso flexibilizar la regulación en sectores como la electricidad y el gas.