Israel lanza los primeros ataques aéreos sobre Gaza desde su retirada
Dos palestinos mueren en el bombardeo
Israel ha lanzado en menos de 24 horas tres incursiones aéreas sobre la franja de Gaza causando la muerte de al menos dos activistas palestinos, así como numerosos daños materiales. Las operaciones fueron ordenadas por el alto mando militar israelí como represalia a una oleada de ataques con misiles artesanales lanzados por Hamás contra la ciudad israelí de Sderot. Se trata de los peores incidentes desde que Israel se retiró de Gaza hace dos semanas.
La primera incursión aérea israelí sobre Gaza se llevó a cabo pocas horas antes del alba, cuando tres helicópteros de combate Apache bombardearon blancos estratégicos de la capital: un taller metalúrgico donde se fabrican misiles artesanales Kassam y los domicilios de un dirigente del movimiento fundamentalista de Hamás y de un líder de Yihad Islámica.
A media mañana, los helicópteros volvieron a sobrevolar las calles de Gaza, protagonizando la segunda incursión de la jornada. Los pilotos de los aparatos lanzaron sus misiles sobre dos vehículos que circulaban por una calle del barrio del Zeitun, transportando a un grupo de artilleros y armas. Dos de los ocupantes de los vehículos, un joven de 17 años y otro de 29, militantes de Hamás, murieron en la operación, mientras que otros dos viajeros resultaron heridos de consideración.
La tercera incursión aérea se llevó a cabo a última hora de la tarde, antes de oscurecer, cuando los helicópteros de combate sobrevolaron los suburbios de Beit Hanun, al norte de la franja de Gaza, para bombardear un campo de naranjos desde el que habitualmente los artilleros de Hamás lanzan sus misiles sobre territorio israelí.
Al mismo tiempo que se desencadenaban estas incursiones aéreas sobre Gaza, los responsables del Ejército israelí concentraban en la zona norte de la franja, en el territorio israelí, un gran número de soldados y transmitían a las tropas la consigna de estar preparadas para efectuar una incursión relámpago en el interior de los territorios palestinos.
Estos preparativos militares indignaron a Hamás, que ordenó la movilización de todos sus efectivos, declaró el estado de emergencia y aconsejó a los líderes de la organización que volvieran a la clandestinidad para evitar ser blancos de los ataques israelíes. Hamás lanzó también una nueva amenaza asegurando que no descartaba un ataque suicida en el interior de Israel para vengar la muerte de sus militantes, así como la de los civiles fallecidos el pasado viernes en el campo de refugiados de Jabalia, donde explotó un vehículo todoterreno cargado de misiles cuando participaba en un desfile.
La comunidad internacional, preocupada por este estallido de violencia, presionaba al rey Abdalá II de Jordania para que adelantara el viaje que tenía previsto realizar a Israel y los territorios palestinos, para mediar entre el presidente Mahmud Abbas y el primer ministro israelí, Ariel Sharon.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, le encomendó personalmente al monarca, aunque sin indicarle fecha, esta misión de mediación entre israelíes y palestinos, durante una reunión que celebraron la semana pasada en la Casa Blanca. La Casa Real anunciaba ayer desde Ammán que la visita de Abdalá se llevará a término en los "próximos días".
Egipto y la Liga Árabe se sumaron ayer por la noche a los esfuerzos internacionales para calmar la tensión en la franja de Gaza. El secretario general de la Liga Árabe, Amr Mussa, aseguró que se estaban practicando "contactos de alto nivel", es decir, cerca de Estados Unidos, para tratar de controlar a las milicias fundamentalistas de Hamás y al mando del Ejército israelí.
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