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Entrevista:ALEJANDRO VALVERDE | Ciclista de la selección española | CICLISMO | Campeonatos del Mundo en Madrid

"Ganará el más listo, y tonto no soy"

El cuartel general de la selección española en Madrid está rodeado de zanjas abiertas en la tierra. Al lado de la estación de Chamartín, excavadoras gigantes en frenético trasiego llenan de polvo y ruido la llegada al funcional hotel. Dentro, en una habitación de la planta 10, Vicente Iza, el masajista del Illes Balears aplica todo su saber en las piernas de Alejandro Valverde (Las Lumbreras, Murcia, 1980), corredor del Illes Balears en la selección y candidato a subirse al podio hoy en La Castellana, donde estará situada la meta de la prueba mundialista en ruta. Medalla de plata hace dos años en Hamilton y sexto en Verona hace uno, donde lanzó a Freire a la victoria, el murciano conoce el percal de una prueba como la que hoy se corre en Madrid en la lucha por el Campeonato del Mundo. Lleva la carrera en la cabeza y la explica tranquilo. Curado de la lesión en la rodilla que le impidió llegar a los Pirineos en el último Tour, Valverde se toma un café con leche mientras repasa los 280 kilómetros de recorrido que hoy le esperan, una carrera que en su cabeza ya ha corrido cien veces.

"El recorrido está lleno de baches, de grietas y de aceite. Será una carrera de locos, incontrolable"
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Pregunta. La última vez que se supo de usted se bajaba de la bicicleta camino de Montpellier, el 15 de julio pasado, y casi se le descarta entonces para el Mundial. ¿Temió no llegar?

Respuesta. Yo no, y aquí estoy. Al principio estaba desesperado porque no podía entrenar, me dolía mucho la rodilla. Luego, el médico descartó nada serio y me he pasado dos meses trabajando mucho para llegar aquí con todas las garantías.

P. ¿Y llega fino?

R. Creo que sí. He entrenado muchísimo, pero no he competido. Creo que estoy listo para pelear por el podio, pero ya se verá, la carrera dirá.

P. ¿Qué sensaciones tiene, parecidas a las del Mundial de Hamilton, cuando logró la medalla de plata?

R. Yo nunca me pongo nervioso y soy positivo, así que las sensaciones son muy buenas. A Hamilton llegué sin ninguna presión, a aprender y me colgué la plata. El año pasado era una de las opciones y terminé lanzando a Freire y encantado. Este año, sin él seguimos teniendo un equipazo, pero no un superequipo, y Flecha, Igor o yo mismo, si lo hacemos bien, podemos ganar el Mundial. La pena es que con Freire, además de la libertad individual que nos da Antequera, nos queda siempre la última carta, una ultima opción. Sin él, todo es distinto.

P. La organización modificó el viernes el trazado. ¿Qué le parece?

R. Que quieren hacer el Campeonato del Mundo más largo de la historia. Están locos, es durísimo. Es mejor que de la última curva a la meta haya más espacio, porque rebaja la tensión, pero el trazado tiene miga. Hasta Joane [Somarriba], que no se queja nunca, dice que es dura.

P. Se decía que resultaba perfecta para que los italianos llevaran en volandas a Petachi.

R. Imposible. No llegan, no van a poder controlar la carrera. A un corredor que tienes que llevar a huevo hasta la meta... No, es imposible. Bettini puede, pero para Petachi lo veo mal. Es un recorrido que obligará a estar muy atentos siempre y muy arriba, pero al tiempo ir guardando, porque son 280 kilómetros de un circuito que yo no sé quién dijo que era llano. ¿Llano? ¡Pero si cuando no subes, bajas! Es todo menos llano. Va a ser incontrolable, una carrera para listos... Y yo no me tengo por tonto, así que tengo opciones.

P. Parece que lleva la carrera en la cabeza...

R. Sí, estoy muy mentalizado, hay que ir con cabeza, estar bien y tener suerte. Se va a ir muy rápido, como en una de esas etapas de la primera semana del Tour, a todo trapo y exigiendo mucha atención. Además, el asfalto está fatal: donde no hay un bache hay una grieta de una rama de árbol. Está fatal. Y ya no te digo como llueva. Me paso el día mirando al hombre del tiempo y todos dicen que hará sol, porque, como llueva, suspenden. Hay zonas que el asfalto es puro aceite. Claro, de los coches. Ya le digo, es un recorrido que exige mucha atención, saber guardarte las fuerzas para los últimos ochenta kilómetros pero al mismo tiempo, ir arriba en el pelotón o a la mínima te quedas, es complicada, pero me gusta.

P. Y mañana, ¿a pensar ya en el Tour?

R. Pues sí. Me ha entrado el gusanillo del Tour y me tiene enganchado. Quiero ser un hombre Tour, creo que puedo, ya veré. Además, Unzue está haciendo un equipo muy fuerte. Tampoco hay que centrarlo todo para esa carera, antes tengo que llegar. Y me tengo que dejar ver. Yo no sé correr si no es para ganar, ya sea una clásica, una etapa del Tour o aquí en Madrid. Yo corro para ganar.

Alejandro Valverde parece en plena forma en este comienzo de temporada.
Alejandro Valverde parece en plena forma en este comienzo de temporada.EFE

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