Un pequeño desvío por las obras de la M-30 colapsa el tráfico cuatro horas
La A-3 sufrió retenciones hasta Rivas en la celebración del Día Europeo Sin Coches
Un pequeño desvío en la vía de circunvalación M-30, ocasionado por las obras, provocó ayer un colapso de tráfico en el arco este de la capital, en el mismo día en que toda Europa celebraba el Día Sin Coches. Sólo en la autovía de Valencia (A-3) hubo 12 kilómetros de vehículos parados (hasta el término municipal de Rivas), al colapsarse el tráfico en la incorporación de esta vía a la M-30, según explicó el Centro de Pantallas del Ayuntamiento. Además, la Dirección General de Tráfico (DGT) informó de que en la región se produjeron 76 kilómetros de embotellamientos.
Ya a las siete de la mañana, el inicio de la hora punta en la capital, que continúa hasta las nueve, había congestión de tráfico en todo el arco este de la ciudad. La razón, según explicó ayer Javier Leralta, del Centro de Pantallas del Ayuntamiento de Madrid, fue una pequeña modificación en la circulación por la M-30. Hasta ayer, los vehículos que circulaban en sentido norte por el este de esta vía y querían pasar del carril central al lateral a la altura del puente de Ventas, debían hacerlo nada más superar el paso elevado. Desde ayer, esa incorporación está situada justo antes del puente. Pero el desvío está indicado sólo con un pequeño cartel. "Por desconocimiento o porque no se daban cuenta hasta que estaba encima, los conductores vacilaban al llegar a ese punto, ocasionando retenciones", explicó Leralta.
Esa confusión provocó que la vía de servicio de la M-30 en sentido norte quedara pronto bloqueada, hasta la altura del nudo sur. "Al estar taponado el lateral, afectó a la M-23", continuó Leralta. Esa vía, conocida como la prolongación de O'Donnell, también quedó taponada, puesto que poco a poco fueron acumulándose vehículos en la incorporación a la M-30, que provocaron colas a lo largo de un par de kilómetros.
Pero la peor situación se vivió en la A-3, donde hubo nivel rojo, es decir, que los vehículos estuvieron completamente parados durante horas. La Dirección General de Tráfico precisó que la congestión llegó hasta el kilómetro 13, en el término municipal de Rivas, "en el momento de más atasco, que fue a las 9.40", según una portavoz.
Leralta agregó que la situación de caos circulatorio se prolongó unas cuatro horas: comenzó antes de las siete de la mañana y no concluyó hasta las once.
El Centro Municipal de Pantallas explicó también que otro punto fuerte de embotellamiento en la capital fue la avenida de la Ilustración, donde están siendo realizadas obras a la altura de la avenida de Betanzos. "Aunque esta situación se ha repetido toda la semana", precisó Leralta, ya que en esa zona "el tráfico suele ir mal todos los días hasta al menos las nueve de la mañana".
Los otros puntos que sufrieron problemas de tráfico en la región fueron la autovía de Burgos (A-1), donde hubo tráfico lento y paradas intermitentes (que la DGT cataloga como nivel amarillo), en sentido de entrada a la capital, entre los kilómetros 13 y 18. También la autovía de A Coruña (A-6), a la altura de Las Rozas, entre los kilómetros 13 y 18, y a su paso por Moncloa-Aravaca, entre los kilómetros 4 y 8. Además, la M-607, la carretera de Colmenar Viejo, sufrió embotellamientos entre los puntos 12 y el 29 y el 31. La DGT también informó de atascos puntuales en la M-501, también conocida como la carretera de los pantanos, en la de Barcelona (A-2), la de Toledo (A-42) a la altura de Parla, y la M-503 en Pozuelo.
"En toda la región, los atascos han sido por congestión del tráfico, salvo en la M-40, donde por un accidente que se produjo sobre las nueve de la mañana hubo retenciones entre los kilómetros 16 y 11", explicó una portavoz de la DGT.
Lo más grave de los embotellamientos de ayer fue que se produjeran en el Día Sin Coches. En una ciudad donde cada día se producen 3,5 millones de desplazamientos y a la que llega un millón de vehículos del resto de la región, según fuentes municipales, cabía esperar un descenso del tráfico, al menos por un día.
A pesar de los atascos, el Ayuntamiento informó en un comunicado de que la circulación se había reducido en la capital en un 8%, respecto a un día laborable medio. El año anterior, en la misma celebración, la circulación se redujo en un 6%.
Las estadísticas proporcionadas por el Consistorio indican que los tramos con menos vehículos, en comparación con otros días laborables, fueron el acceso de la calle de Alcalá y la Puerta de Alcalá (un 26% menos) y la Puerta del Sol (un 24% menos).
El Área de Movilidad reconoció, sin embargo, en la nota que la reducción debía "ser matizada por las incidencias acaecidas en la vía de circunvalación M-30, lo que ha supuesto un trasvase de vehículos al segundo cinturón de la ciudad": los ejes de Doctor Esquerdo-Francisco Silvela-Cuatro Caminos. En esos puntos, hubo un aumento de coches de alrededor del 2%.
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