Artista "Mi carrera es muy incómoda y no ha sido reconocida"
Hija y nieta de arquitectos e inventores, Eugènia Balcells (Barcelona, 1943) vivió además la efervescencia de los últimos años 60 en pleno Village neoyorquino. De todo ello surge una obra experimental, apasionada por las capacidades de las últimas aportaciones técnicas, siempre centrada en el ámbito de las artes visuales. Este fin de semana ha llegado al Centro Cultural Montehermoso de Vitoria presentando un recorrido por toda su obra, presente en los mejores espacios de España y Estados Unidos, como el Forum o la Estatua de la Libertad.
Pregunta. Vuelve al País Vasco para hablar de su obra, justo con el Festival de Cine de San Sebastián, donde usted presentó hace 22 años su primer vídeo.
"Mi primera película la hice con 15 años y mi padre me prohibió continuar ese camino"
Respuesta. Cierto. Fue la primera vez que se pudo ver en España From the center, una instalación de doce canales que me traje desde Nueva York, un montaje aparatoso. No se conocía ni la palabra "vídeo".
P. ¿Qué papel juega esta ciudad en su obra? Porque usted viajó a Estados Unidos muy joven.
R. Fue un viaje impensable en aquella época. Venía toda mi familia y los amigos a despedirme al aeropuerto. Me fui en junio de 1968. El ambiente del Village, la Universidad de Columbia ocupada por los estudiantes, las manifestaciones contra la guerra de Vietnam... Todo ello me transformó por completo. Mi obra sería incomprensible sin esas referencias.
P. Eso en cuanto a los contenidos, donde ha reflexionado sobre el papel de la mujer o la celebración de la vida. Pero, ¿de dónde procede ese interés suyo por la investigación formal?
R. Ahí creo que la influencia clave es la de mi abuelo, que era inventor. Yo trabajaba con él en su taller y disfrutaba de sus creaciones, como aquellas gafas con las que se podía ver también lo que ocurría detrás. Me las ponía en el comedor de casa y, por delante, veía a la familia, mientras que si miraba por unos espejos laterales que tenía, contemplaba lo que pasaba en la calle Balmes, donde vívíamos.
P. Sorprende que con esa inquietud tan temprana por la creación, estudiara Arquitectura Técnica.
R. Yo procedo de una familia muy tradicional. Mi primera película la hice a los 15 años y mi padre me prohibió continuar por ese camino. Entonces quise estudiar arte y filosofía, pero mi familia no me lo permitió. Y tuve que matricularme en Arquitectura Técnica, que me ha servido también en mi carrera. Y me ha permitido una libertad que es la de llegar al arte desde las tangentes. No estoy encadenada a un discurso ni a una tradición.
P. Todo ello le ha llevado a ir siempre un paso por delante.
R. Quizás porque nunca planteé mi trabajo desde el punto de vista del triunfo, con lo cual me liberé completamente. Si no es por esta razón, mi recorrido es inconcebible. Mi carrera ha sido muy incómoda y no ha sido reconocida.
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