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Reportaje:

La sangre no llegó a la mar

Pedreña celebra sin incidentes su regata tras la polémica descalificación de La Concha. Los vecinos de Astillero logran la bandera

La Bandera de Marina de Cudeyo se desarrolló ayer en aguas cántabras entre nervios, pancartas y una fuerte presencia policial. Sin embargo, la sangre no llegó a la mar y en el campo de regatas se vivió una jornada bastante deportiva y sin incidentes graves. Pedreña amaneció engalanada, pero este año, las banderas blancas y negras se vieron trufadas de mensajes reivindicativos: Pedreña, campeón de La Concha 2005, Nunca mais o Justicia para Pedreña fueron los más repetidos. Por si acaso, agentes de la Guardia Civil acompañaron a todas las embarcaciones al puerto cántabro y, desde las tres de la tarde, instalaron un perímetro de seguridad por tierra y mar que no tuvo que emplearse en ningún momento. Mientras, Astillero daba un golpe de mano al campeonato y vencía la regata sin problemas y metiendo mucho tiempo y tres posiciones a Hondarribia, su rival directo en la lucha por la cabeza de la liga.

Algunos aficionados abuchearon a Orio, pero por la megafonía se llamó insistentemente a la calma

Después de toda una semana de polémica, la hidalguía de la mayor parte de los aficionados montañeses hizo que el asunto de La Concha quedase relegado a un segundo plano, aunque nadie olvida las repercusiones que la decisión de los jueces del CAT donostiarra puede tener para el mundo del remo, y que se espera que se haga público este mes.

El primer plano, y ayer comentario de todas las embarcaciones, estuvo reservado para el nuevo campo de regatas elegido por Pedreña, en plena ría, que no satisfizo a nadie debido a la exposición continua a las corrientes submarinas. A esta complicación se sumó el viento fuerte que perjudicó los tiempos de todas las embarcaciones. Al final, el registro del bote cántabro fue discreto por las dificultades de la mar y se paró en 20m 32,65s, muy lejos de los 19 minutos de otras banderas.

En su casa, los de Pedreña no pudieron resarcirse del sabor amargo que les dejó La Concha. La trainera cántabra salió muy fuerte pero, a los pocos metros de abordar la primera ciaboga, tuvieron que cambiar un remo y perdieron casi siete segundos tras el giro respecto a Astillero, que ha convertido sus salidas vertiginosas en un seguro de vida para las regatas.

Mientras, Hondarribia, que se jugaba luchar por la primera plaza de la Liga, vio como sus remeros no podían seguir el ritmo del resto de las traineras en la tanda de honor y su embarcación ya regalaba 11 segundos en la segunda ciaboga y cinco más en la tercera. Pese a sus esfuerzos, la Ama Guadalupekoa no es un pura sangre, sino que se comporta mejor con el vaivén del oleaje. Y ayer el mar presentaba una ligera marejadilla que primaba la potencia sobre la técnica de los remeros. Los de Hondarribia no pudieron meterse en la regata en ningún momento y se tuvieron que conformar con la última plaza de su tanda, que les aleja de la primera posición.

Su rival, la San Juan XIII de Astillero, mantuvo el ritmo propio de un campeón. No cedió ni un solo metro desde que tomó la cabeza, y tampoco quemó sus fuerzas inútilmente, sino que mantuvo unos constantes seis segundos de diferencia frente a La Marinera de Castro. Al final, los astillerenses se llevaron la bandera por delante de Castro y Pedreña, cuya agitada semana parece que le ha pasado factura. Los campeones legales de La Concha, Hondarribia, entraban en cuarta posición y perdían buena parte de sus opciones de afrontar las últimas tres regatas con posibilidades de arrebatar la corona a Astillero. No fue una regata brillante y ya se empieza a notar el cansancio en patrones, remeros y afición, después de los festejos tras ganar en La Concha. Además, la lucha por el título y por el descenso se ve cada vez más clara, por lo que ocho traineras se encuentran ahora mismo remando sin alicientes. Con la victoria de Astillero, esta sensación se multiplica. El equipo cántabro se acerca aún más a la victoria final en una temporada que, excepto en el primer tramo, siempre ha tenido a los azules como dominadores.

Pero antes de los favoritos remaron todos los demás. En la primera regata, Urdaibai impuso su potencia ante Isuntza, que trató de aguantarle durante dos ciabogas, y Trintxerpe, que salió fortísima en los primeros 1.400 metros, pero que se vino abajo. Sólo Pasai Donibane estuvo siempre alejada de la lucha por la cabeza y se borró de la prueba desde las primeras paladas, con unos remeros tal vez demasiado cansados por el esfuerzo realizado en San Sebastián. El duelo en la zona baja fue beneficioso para Isuntza, que trata todavía de evitar el play-off de descenso.

Después se celebró la regata de las embarcaciones de la zona media, que a estas alturas de la Liga no encuentran alicientes y sólo tratan de hacer un buen papel de cara a sus aficiones. En esta ronda, Orio hizo valer su excelente momento de forma, ya demostrado la pasada semana. Ganó por delante de Arkote, que salió muy fuerte pero que tras la primera ciaboga sólo pudo seguir la estela dejada por los aguiluchos, y los gallegos de Mecos y Cabo da Cruz. Éstos fueron eliminados por un error absurdo al encarar la última ciaboga, ya que llegaron al final de la regata por una calle que no les correspondía. En esta ocasión, no hicieron falta impugnaciones, como en La Concha.

Los momentos más polémicos se produjeron al final de esta ronda, cuando Orio concluyó su faena en la mar y se escucharon gritos aislados de "fuera, fuera", pero los mensajes de calma repetidos durante la semana por la directiva de Pedreña y los lanzados ayer desde la megafonía sirvieron para rebajar la tensión existente.

Tras lo visto ayer en Pedreña, el circo de la Liga ACT se traslada hoy a Bermeo y se cerrará el próximo fin de semana con la Bandera de El Corte Inglés.

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