El salivazo de Aimar
Aimar, jugador tranquilísimo al que apenas se le recuerda una acción agresiva en su carrera, perdió los nervios al final de la primera parte. El argentino saltó con Capdevila por un balón y recibió un golpe en la cabeza del defensa, que poco después fue a disculparse. Aimar, entonces, insultó y escupió a Capdevila, lo que originó un enfrentamiento entre varios jugadores.
Fue el fin a un primer tiempo muy brusco. Cuatro minutos antes, Baraja había sido expulsado con roja directa por una entrada por detrás a Manuel Pablo, sin balón y con los tacos de la bota al tobillo del lateral. También los centrales valencianistas, Ayala y Marchena, habían sido amonestados.
Scaloni, compatriota de Aimar, intentó calmar al media punta al regreso de vestuarios. Pero la bronca siguió tras el descanso, sobre todo cuando Iturralde ordenó repetir un penalti por supuesta invasión del área y amonestó a tres deportivistas. Uno de ellos Munitis, expulsado poco después por tocar el balón con la mano.
Quique, mientras, renovó la banda derecha del Valencia. En el lateral debutó el portugués Miguel, fichado del Benfica por ocho millones de euros y que anotó un gran gol. Y en el interior jugó Aimar, que dejó la media punta a Mista. Aunque pisó con frecuencia el centro del campo, empujado por las subidas de Miguel, un galgo. Mora ocupó la portería en lugar de Cañizares, lesionado en el hombro.
El Deportivo, con el empate, es el líder provisional de la Liga a la espera del resultado hoy del Celta, que ha ganado sus dos partidos anteriores. El conjunto de Caparrós recibió anoche sus primeros goles en el torneo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.