Víctor Ullate imagina 'El sur' como una historia dramática abierta a la esperanza

Víctor Ullate estrena hoy, en el teatro Principal de Zaragoza, El sur, una obra que abre para el bailarín y coreógrafo "una nueva puerta tras años de investigar en el folclore, la danza clásica y la contemporánea". El sur es una historia trágica de malos tratos y búsqueda del amor, que tiene final feliz en el otro mundo. Ullate dice que es un ballet que soñó desde que escuchó a Enrique Morente. La pieza cuenta con música y voz de Enrique y Estrella Morente. Mario Gas es el director escénico, y Pedro Moreno, el responsable de la escenografía y el vestuario.

El director del Ballet de Víctor Ullate-Comunidad de Madrid ha contado con 30.000 euros del Gobierno de Aragón para armar su nueva creación, que estará hasta el día 18 en Zaragoza y que luego viajará a Almería, Córdoba, León, Badajoz, Alicante y Bilbao, y a Madrid y México el próximo año.

El sur, coproducida por el Centro Dramático de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, pone en escena 20 bailarines, entre los que están Ana Noya, Luca Vetere, Zara Calero, Yerquen Uzlenkov; la música y las voces son de Enrique y Estrella Morente.

Ullate relata el argumento de la obra que, para él, es la más importante que ha hecho: "Una historia del sur, la de una mujer maltratada por el marido que decide en un momento buscar el amor que es para ella lo más importante. Encauzar su vida. Y conoce el amor y todo desemboca en un drama que termina fatal, pero yo he querido reflejar que el amor es muy importante para el ser humano y que en un estado, en el más allá, los amantes viven sus momentos hermosos".

Mario Gas ha hecho un hermoso trabajo en el que ha jugado con espacios limpios, en los que la luz contribuye a realzar los cuerpos de los bailarines para evitar añadidos innecesarios en una obra en la que el movimiento debe explicar el drama. Lo mismo ocurre con el vestuario. Todo se ha diseñado en función de la danza. No hay elementos que entorpezcan ese lenguaje, explicaron Mario Gas, responsable de la dirección escénica, y Moreno, de la escenografía y el vestuario.

Víctor Ullate aguarda con impaciencia el estreno de hoy en su ciudad natal. Sueña con que pase en Zaragoza lo mismo que ocurrió en Sevilla con El amor brujo y recuerda: "Teníamos tres días en La Maestranza y prorrogamos una semana. Podríamos haber estado un mes. Yo espero que venga a ver El sur gente que no ha ido nunca a ver danza; es espectáculo completo, color, movimiento, es íntegro".

Ahora, el bailarín es más coreógrafo y maestro, pero está igual de nervioso. Ve el mundo desde el otro lado. "Hay que saber evolucionar; no puedes pretender que el tiempo pase y estar tú en los escenarios. Surgen nuevas figuras, sobre todo si las haces tú y son tus alumnos. Es el ejemplo del padre con sus hijos que quieren que triunfen y sean mejor que él". Y recuerda a Tamara Rojo, que posee la medalla de las Bellas Artes y el Príncipe de Asturias; a Rut Miró, que está con Maurice Béjart como primera bailarina; Lucía Lacarra, Ángel Corella, Joaquín de Luz, el primer español con puesto de estrella en el New York City Ballet, son alumnos ya maduros. "Cuando les oigo decir gracias a mi maestro he conseguido lo que tengo, es muy satisfactorio. Es un lujo haber dado todo lo que he dado y haber dado forma y espíritu a bailarines como ellos".

Por eso Ullate tiene una dedicatoria muy especial para el que es su primer estreno en su ciudad, a María de Ávila, esa mujer que ha sacado de su escuela de Zaragoza a primeros bailarines para compañías de todo el mundo y que fue su maestra: "Una mujer especial que hizo pequeños artistas que llegaron a grandes artistas y que emprendieron su camino gracias a la base enorme que les dio, nos dio. Estoy y me siento muy orgulloso diciendo que soy alumno suyo y que sigo el trabajo que ella empezó".