El PP vuelve a cargar contra la política antiterrorista en la primera sesión de control

El PP mantiene invariable la política de acoso al Gobierno en materia antiterrorista. La primera sesión de control de este periodo de sesiones en el Congreso se abrió con una pregunta del secretario general de los populares, Ángel Acebes, a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que se convirtió en un auténtico alegato, dando por hecho que el Gobierno está "negociando una tregua con ETA", en una "claudicación del Estado". De la Vega le pidió que no use el terrorismo para la confrontación y aseguró que el PP "tiene toda la información".

A Acebes se sumaron la diputada del PP Ana Torme, que preguntó al ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, si el Gobierno piensa suavizar el régimen carcelario de los presos terroristas, y el también parlamentario popular Carlos Salvador, que quería saber por qué 14 presos etarras "disfrutaron de un permiso para acudir todos juntos a una piscina en Granada el pasado mes de julio". Resultó que no hubo tal permiso ni piscina en Granada, sino un baño en la de la prisión de Albolote, donde cumplen condena, según le explicó el titular de Interior, José Antonio Alonso.

Acebes había abierto fuego preguntando una vez más si el Gobierno piensa que no hay indicios para instar la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK). Fernández de la Vega le aseguró que el Ejecutivo se atiene a la legalidad, mientras sonaban dos voces del diputado del PP y ex ministro de Justicia José María Michavila: "¡Mentira, mentira!". El presidente de la Cámara, Manuel Marín, le pidió que guardara silencio.

Acebes se apoyó "en lo que en esta semana informaban los medios de comunicación", dando por hecho que el Gobierno "está negociando una tregua" con ETA y "pagando un precio político por anticipado que consiste en permitir la vuelta a la legalidad de Batasuna", a través de EHAK. Añadió la ruptura del Pacto antiterrorista, "enterrar la Ley de Partidos Políticos y, lo próximo, el acercamiento de presos y la entrega a Ibarretxe de la política penitenciaria".

El secretario general del PP acusó al Gobierno de "estar ocultando a los ciudadanos" y a su partido "lo que se trae entre manos" e invocó el eslogan de la Asociación de Víctimas del Terrorismo para hacerlo suyo: "La rendición ante ETA, en nuestro nombre, no".

De la Vega le reprochó que mantuviese su actitud y que usase el terrorismo para atacar al Gobierno, sobre todo, le dijo, si "se tiene toda la información", en lo que pareció una referencia a la entrevista del pasado día 5, entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, en la que según el Ejecutivo se ofrecieron datos pormenorizados sobre la situación de la banda terrorista.

La pregunta sobre la piscina tuvo algo de chasco porque no hubo permiso ni hubo baño fuera de la cárcel y, según Alonso, volvió a repetirse lo de años anteriores, de forma que los etarras se bañan juntos en la cárcel para evitar enfrentamientos con otros reclusos. El diputado Salvador no se privó de decir que el baño podría ser parte del "precio político, flexibilizando las condiciones de vida de los presos".

Al diputado del PNV Emilio Olabarria, Alonso le aseguró que el Gobierno no contempla la posibilidad de transferir al Ejecutivo vasco las competencias en materia penitenciaria y Olabarria le acusó de arbitrariedad y de no hacerlo "porque no le da la gana".

López Aguilar negó ante la diputada Torme que el Gobierno tenga pensada ninguna reforma para suavizar, en el terreno penal, penitenciario o procesal, el régimen jurídico de los presos terroristas. Torme acusó al Gobierno de "implorar una tregua a los asesinos".